Una hermosa iniciativa en la residencia sacerdotal de Vitoria Coro Apaiz Abesbatza, los “viejos" cantores del Seminario vuelven a unir sus voces

Coro Apaiz Abesbatza, los “viejos" cantores del Seminario vuelven a unir sus voces
Coro Apaiz Abesbatza, los “viejos" cantores del Seminario vuelven a unir sus voces DV

El Día de Santa Cecilia fue su estreno "mundial"

La formación musical en el Seminario de Vitoria siempre se cuidó mucho 

El pasado viernes 22 de noviembre nació en la Diócesis de Vitoria un nuevo coro musical. Se trata además de un coro muy especial y novedoso en la historia de la Iglesia de Vitoria. Un grupo de curas de la Residencia Sacerdotal 'Joaquín Goikoetxeaundia' decidieron honrar a Santa Cecilia –patrona de la música– en su fiesta con la puesta en escena tras varios ensayos de la nueva agrupación musical nutrida por sacerdotes diocesanos.

Así, el resto de sacerdotes y el personal de este centro residencial fueron testigos del bautizo musical del Coro Apaiz Abesbatza. Esta nueva coral, de momento con 8 integrantes (un otxote que se dice por estas tierras) y bajo la batuta de Andoni Armentia, amenizó en la noche del pasado 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, los postres de la cena comunitaria de este centro residencial ubicado en el Camino de Santa Teresa, junto al Seminario Diocesano de Vitoria.

No obstante el coro cuenta con alguna voz más: Como Tenores Primeros están Pepe Aduna, Luis Ángel Ortiz de Pinedo y Jesús Marauri; Tenores segundos: Luis Ajuria, Marcos Pérez de Mendiola, Jesús Ruiz de Arkaute y Javier Arregui; y como barítonos bajos: Martin Areta, Félix Núñez, Pedro Mari Núñez, Zoilo Calleja y Andoni Armentia.

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Todos ellos se formaron en un Seminario donde la música era muy importante y la formación musical de los futuros presbíteros se mimaba. 

Esta agradable iniciativa musical, sin duda, ayudará al día a día de los residentes pues, además de los muchos beneficios que supone la música, quien reza cantando, ora dos veces.

Non solum sed etiam

No puedo menos que recordar y hacer un homenaje a otro sacerdote y gran melómano, Rafael Mendialdúa, a cuya batuta aprendía cantar y solfear, interpretar partituras en gregoriano y acompañar celebraciones litúrgicas y académicas en el último coro del Seminario Diocesano. 

Recuerdo los ensayos de los martes tras la comida. Rafa con su puro (qué cosas!!!) nos daba el tono para ensayar el Bautista Bastererretxe, el Ogi Zerutik, En el Monte Gorbea o el Pange Lingua. 

El reciente creado archivo musical del Seminario guarda parte de esos tesoros musicales que fuimos interpretando. 

En esa casa empezaron algunos sus primeros pasos en la interpretación del piano, la guitarra, los estudios de armonía que luego continuarían de forma profesional en Conservatorios y escuelas de música.

Una gran parte de lo que muchos somos hoy se lo debemos a la formación en el Seminario, y la música era parte de esa formación. Por eso el que tuvo y retuvo guardó para la vejez. 

Gora Apaiz Abesbatza Korala!!!

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