El pueblo rumano vive la Navidad en Vitoria-Gasteiz

La comunidad ortodoxa rumana vivió este domingo uno de sus actos navideños con el concierto de Villancicos. La recientemente inaugurada iglesia de Cosme y Damián médicos generosos, antigua parroquia de santa Lucía, ubicada en judizmendi, fue cedida hace dos años a la comunidad ortodoxa rumana para el culto y hace escasamente un mes se llevó a cabo la consagración del templo por parte de la iglesia ortodoxa.

La comunidad de Vitoria-Gasteiz estuvo arropada en este festival de villancicos por los grupos llegados desde Pamplona, Burgos, Soria, Logroño, san Sebastián y Bilbao, que cantaron temas en rumano y alguno en euskera.

Al acto acudió el jefe del consulado general de Rumanía en Bilbao, Marian Popescu, quien me comentó la importancia de las iglesias ortodoxas y las asociaciones en la diáspora por el papel que juegan a la hora de mantener las raíces del pueblo rumano. Según informó el gobierno rumano apoya económicamente aquellos planes y proyectos que tanto asociaciones como iglesias presenten para fomentar el aprendizaje de la lengua y de las costumbres rumanas.

El cónsul se manifestó satisfecho con las informaciones que tiene respecto al grado de integración de la población rumana en España y concretamente en el País Vasco.
La iglesia de Vitoria- Gasteiz es una de las últimas en sumarse a las ya existentes en el País Vasco y en varias de las autonomías del norte de España. La iglesia de Cosme y Damián tiene al frente al sacerdote Radu Sorin Urso, arcipreste del Arziprestazgo de Vitoria, quien junto con su mujer atiende a una amplia comunidad rumana afincada en Vitoria-Gasteiz.

El 25 de diciembre las puertas de la iglesia se abrirán nuevamente para celebrar la Navidad, según la rica liturgia ortodoxa.
Crăciun Fericit şi Un An Nou Fericit!

Non solum sed etiam


Siempre he vivido el ecumenismo como parte de mi vocación cristiana, más diría, la interconfesionalidad. Por ello siempre disfruto cuando tengo la oportunidad de compartir un acto religioso o social con hermanos en la fe. En la fe cristiana o de otras confesiones religiosas.

Este pasado domingo acudí a la iglesia ortodoxa rumana en Vitoria-Gasteiz. Disfruté desde la llamada que el pope hace golpeando un madero y cuyo sonido recuerda a la txalaparta, hasta los villancicos cantados por los diversos coros, y la mandarina que en un cesto cargado de frutas y caramelos uno de los grupos ofreció a los asistentes tras su actuación.

Me sentí a gusto, acogido.

El ecumenismo es una asignatura pendiente en la diócesis de Vitoria. Y lo poco que se hace no se da a conocer. La cesión de la antigua parroquia de santa Lucía a la comunidad ortodoxa rumana es un gesto que muchas diócesis ya han realizado y que permite a las diversas comunidades ortodoxas mantener sus raíces religiosas y culturales. Lo que pasa es que no pueden convertirse en pequeños guetos sino que tienen que ser centros abiertos para un intercambio cultural y humano que haga de nuestras sociedades un mundo más plural y rico.
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