(José Ignacio González Faus, teólogo).- Las próximas elecciones y el pasado debate me evocan una anécdota vivida hace ya más de 30 años: una de esas situaciones criminales de pareja, con violencias domésticas y un marido que tenía acogotada a la mujer con la cuerda económica. Un día que ella amenazó con pedir el divorcio, él le preguntó despectivamente: "¿sí? ¿y de qué vivirás? ¿acaso vas a hacer de puta?". Y ella: "no sé de qué viviré pero te digo una cosa: prefiero que me jodan otros a que me jodas tú" (y perdón por el lenguaje que viene exigido por fidelidad al guión).
He recordado la anécdota porque pone de relieve los puntos débiles de ambos candidatos: el engaño de una parte y la debilidad de la otra. Si, como parece, gana el PP debería saber que quien le ha dado la victoria no es la confianza de los ciudadanos sino el cabreo de millones de españolitos. Si olvida esto se encontrará con que ese furor se volverá pronto contra él y puede augurarle una legislatura más que movida.
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