El obispado de Segovia suspende en Doctrina Social

"Ante comunicado del 16 de septiembre de 2025 del Obispado de Segovia en el que declara, sin ambages, «que no se han hallado conductas delictivas ni infracciones graves» en la actuación del Cabildo Catedral ni de su Deán Rafael de Arcos Extremera creo que debo hablar"

"En su momento puse por escrito una serie de indicaciones que se alejaban de su actuación según la Doctrina Social de la Iglesia que se basó en las declaraciones que el Deán dio al Diario El Plural, sin conocer lo que las víctimas denunciaban"

"Gracias a Religión Digital, hoy conocemos y con pruebas más que claras. Quien lea únicamente el comunicado del obispado podría creer que la justicia ha hablado con claridad"

"Voy a basarme en la Doctrina Social de la Iglesia para hacer una reflexión sobre este asunto, en el cual, me he sentido identificado por denunciarlo en su momento"

Catedral de Segovia

Ante comunicado del 16 de septiembre de 2025 del Obispado de Segovia en el que declara, sin ambages, que “no se han hallado conductas delictivas ni infracciones graves” en la actuación del Cabildo Catedral ni de su Deán Rafael de Arcos Extremera creo que debo hablar, porque en su momento puse por escrito una serie de indicaciones que se alejaban de su actuación según la Doctrina Social de la Iglesia.

Mi escrito publicado el 7 de agosto de 2025 en Religión Digital se basó en las declaraciones que el Deán dio al Diario El Plural, sin conocer lo que las víctimas denunciaban y que, gracias a Religión Digital, hoy conocemos y con pruebas más que claras. Quien lea únicamente el comunicado del obispado podría creer que la justicia ha hablado con claridad. Sin embargo, el trabajador o la trabajadora denunciante sostiene otra cosa: que nunca fueron escuchadas por la presunta comisión, que el proceso ignoró pruebas clave y que, por tanto, la investigación interna no merece tal nombre.

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Voy a basarme en la DSI para hacer una reflexión sobre este asunto, en el cual, me he sentido identificado por denunciarlo en su momento.

1. La Doctrina Social de la Iglesia es inequívoca. El trabajo es participación en la obra de Dios (Laborem Exercens, Juan Pablo II, 1981) y exige respeto absoluto a la dignidad humana. Si un denunciante asegura haber testificado pagos en negro y sufrido humillaciones y discriminación, el mínimo deber eclesial es escucharlo con transparencia y darle garantías procesales a nivel eclesial. Benedicto XVI en Caritas in Veritate advierte: “sin verdad, la caridad cae en sentimentalismo. La verdad libera la caridad de las limitaciones de una emotividad que la priva de contenido relacional y social.” Ignorar a quien denuncia socava esa verdad y esto la institución del obispado de Segovia no se lo puede permitir.

Fachada del Obispado de Segovia


2. El Cabildo y el obispado afirman haber usado su Órgano de Cumplimiento Normativo Penal para garantizar independencia e imparcialidad (me reservo mi opinión sobre este tipo de órganos que en la Iglesia todos sabemos cómo funcionan). Pero las dudas persisten: ¿fue escuchada la parte vulnerable?, ¿hubo acceso al expediente, protocolos de acoso, actas de reuniones, testigos no subordinados, revisión externa por abogados no pagados por la Catedral, etc.? El Compendio de la DSI (Pontificio Consejo Justicia y Paz, 2004, n. 63) recuerda que el bien común exige instituciones justas y transparentes. Gaudium et Spes subraya que “la justicia social exige que se respeten las condiciones del trabajo humano y los derechos de las personas”. Un comunicado sin víctimas no basta para restaurar confianza y se aleja de la verdad defendida por Cristo, por la cual, fue crucificado.

3. La Iglesia proclama una “opción preferencial por los pobres”. En un conflicto laboral de cualquier empresa (y hay catedrales que funcionan como tal), el trabajador que denuncia abusos ante la institución es la parte frágil. Si se le deja fuera del proceso, si se minimizan sus acusaciones mientras se preserva la imagen institucional del Deán, la Iglesia suspende en su propio examen moral. Aquí, la tentación de proteger la reputación (o incluso los favoritismos) ha pesado más que la protección de la persona.

4. Otro tema importante relacionado con el obispado de Segovia. El editorial de COPE Segovia titulado “¡Qué barato sale difamar y calumniar!”. Un titular fuera de lugar que defiende con vehemencia al Deán y descalifica al denunciante.

"Al ignorar la voz más débil y reducirla a 'difamación', COPE, el periodista que lo publica y la Delegación de Medios que lo difunde pierden una oportunidad de mostrar que los medios de comunicación católicos pueden ser ejemplo de escucha y equidad"

La Doctrina Social de la Iglesia exige que la comunicación sirva a la Verdad y al bien común, no solo a proteger instituciones, aunque sean eclesiales. Al ignorar la voz más débil y reducirla a “difamación”, COPE, el periodista que lo publica y la Delegación de Medios que lo difunde pierden una oportunidad de mostrar que los medios de comunicación católicos pueden ser ejemplo de escucha y equidad. Según indica el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (Pontificio Consejo Justicia y Paz, 2004, n. 415): “Los medios de comunicación tienen el deber de servir a la verdad y de proteger la dignidad de toda persona, evitando difamaciones y manipulaciones”. En este caso, el Plural, os ha dado una lección porque escuchó a las dos partes (aunque Deán se explicó de la manera que lo hizo y yo mismo desmonté sus comentarios).

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Desgraciadamente, al igual que el Ecónomo (para colmo) y Deán Rafael de Arcos Extremera, el obispado y su obispo Jesús Vidal Chamorro han suspendido en Doctrina Social de la Iglesia. Lo más triste de todo es que ha olvidado el mensaje de nuestro Señor: “Más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino…” (Mt 18,6). Jesucristo es duro, muy duro, con quienes hacen tropezar a los pequeños, a los que incomodan o a los que se atreven a manifestar lo que no está funcionando bien en la Iglesia. La Doctrina Social de la Iglesia no es una teoría bonita, es un compromiso que debe plasmarse en hechos: salarios justos, transparencia administrativa, escucha real a las víctimas, reparación de daños y un ejemplo que inspire a la sociedad para que seamos testimonio en el mundo del trabajo.

"Para aprobar en Doctrina Social, el obispado necesita más que palabras"

El comunicado del obispado ni siquiera ha evitado un problema legal inmediato, sino que es posible que lo haya agravado. Pero, lo que más me duele, es que no ha disipado el escándalo moral ni la sensación de que la Iglesia cuida más su imagen que a sus fieles. Para aprobar en Doctrina Social, el obispado necesita más que palabras: pedir perdón por la falta de profesionalidad, publicar el nombre de los responsables de la comisión, ordenar ceses inmediatos, abrir una investigación verdaderamente independiente, dar acceso a las víctimas, ver todas las pruebas (fotos, mensajes, grabaciones, etc.), publicar las medidas correctivas y demostrar que el Evangelio y la justicia pesan más que el miedo a la crítica.

Elevo desde Roma mi oración por las personas que están sufriendo por esta situación en estos momentos.

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Etiquetas: diocesis de segovia, Comunicado, doctrina social de la iglesia