La actriz Marisa Paredes ha vuelto a los escenarios con una adaptación de la película de Ingmar Bergman, Sonata de Otoño, que ahora representa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en un montaje dirigido por el Premio Nacional de Teatro José Carlos Plaza. La historia narra el reencuentro de una pianista con sus dos hijas, en la casa de un pastor luterano, que está casado con una de ellas. La obra refleja la experiencia de Bergman como hijo de un pastor que tuvo problemas en su matrimonio, habiendo estado casado él mismo con una pianista, hasta empezar una relación con la actriz que protagonizó este largometraje en 1977, Liv Ullman.
El papel que hace ahora Nuria Gallardo, lo interpretó originalmente Ingrid Bergman en la única colaboración que tuvieron estos dos artistas que comparten el apellido sueco más famoso de la historia del cine. Su rodaje le enfrentó a ella también con sus fantasmas, tras abandonar a su hija y su marido en Estados Unidos, para vivir en Italia con Roberto Rossellini.
El relato comienza con la voz del pastor, contando cómo conoció a su esposa en un concilio luterano en Trondheim. El personaje que interpreta Gallardo (Eva) era corresponsal de una revista de la iglesia, cuando Viktor (Chema Muñoz) le propone que se casen, camino de la vicaría de su parroquia protestante. Ella había vivido con un médico varios años –con quien estuvo prometida–, pero accede inmediatamente a casarse con el pastor. Aunque es periodista y ha escrito varios libros, trabaja con él en la iglesia, en un ambiente liberal protestante. La tragedia se cierne sin embargo sobre esta casa, donde han perdido un hijo ahogado, el día antes que cumpliera cuatro años…