No pasa una. No perdona una. Y el que se la hace la paga. Federico Jiménez Losantos lleva días arremetiendo sin piedad contra dos de sus "enemigos" jurados: La Casa Real y el Opus Dei. Y aprovecha la polémica suscitada por el libro de Pilar Urbano (numeraria del Opus Dei) para "matar" dos pájaros de un tiro. Y dispara sin pierdad, con su estilo de barra de bar, contra ambas instituciones. Desde la radio de los obispos.

Sobre la realeza lanza todo tipo de "insinuaciones", con su lenguaje de medias verdades. Sobre el Rey, sobre la Reina, sobre Alberto Aza, sobre los Príncipes...Fuego a discrección. ¿La razón? La Casa real se viene quejando desde hacxe años a la Iglesia (en concreto al cardenal Rouco) de la "intolerancia" verbal del locutor estrella de la cadena Cope.

Por su parte, el Opus Dei ha entrado, desde hace algún tiempo, a formar parte de sus fijaciones. ¿El motivo? El mismo. Que la Obra hace tamibén tiempo que viene diciendo, aquí y en Roma, que la presencia de Losantos en la Cope daña la imagen y la credibilidad de la Iglesia en España. Y eso no lo puede soportar el locutor de La Mañana, consciente del poder de la Obra. Aunque intente, como siempre, manipular a los oyentes. Y para ello asegura que lo que quieren hacer tanto la casa Real como el Opus (nunca dice Opus Dei, sólo Opus en sentido peyorativo, acompañado del adjetivo también peyorativo opusino)"quieren cerrar la COPE".

Así sonaba su voz, aderezada con mucha bilis,esta mañana:

"Ahora hay una extraña campaña, del sector del Opus más radical en unas cosas y más zapaterista en otras, diciendo que la Reina lo que pasa que está defendiendo la ley natural. Me parece muy bien que lo diga, que lo defienda.

En cuanto a Pilar Urbano a su edad y con sus costumbres prudencia no le puedo pedir. Pero ahora, demuestra que el Opus donde pone el ojo pone la bala, eh. ¡Qué manera de perjudicar sus propios intereses!, ¡qué pésima imagen la que trasmiten! De Noria en Noria".

Suma y sigue. ¿Hasta cuábndo aguantará el cardenal Rouco esta presión y esta situación, de la que es ya, como todo el mundo sabe, el único responsable? ¿Puede permitirse la Iglesia el lujo de que, desde su programa estrella su locutor estrella arremeta, con saña, contra la Casa Real y contra una institución eclesial como el Opus Dei?

Losantos parece haberse puesto de nuevo en el "disparadero". Para desmentir a los que sostienen que puede moderarse y que, de hecho, habúa vuelto más moderado. Y es que, cuando se le calienta la boca, y la tiene siempre caliente, no hay quien le modere...

Y en la Iglesia vuelven a saltar las alarmas. De hecho, esta misma tarde, en la propia COPE, Manuel María Bru, director de la programación socio-religiosa de la cadena del episcopado, decía lo siguiente:

"Esta radio, por fidelidad a su ideario, ha defendido siempre y defenderá siempre a todos aquellos que se unan a la causa de la defensa de la vida y de la familia, más aún si su autoridad moral es la de la de su Majestad La Reina tan querida y admirada por el pueblo español. Y esta radio, por fidelidad a su ideario, ha defendido siempre y defenderá siempre a todas aquellas instituciones y personas que en plena comunión con la Iglesia Católica ejercen fielmente su misión. Y es por esto por lo que, como director de la programación socio-religiosa de la COPE, quiero hacer las siguientes aclaraciones a nuestros oyentes y lectores:

1. Qué, como decía nuestra línea editorial de antes de ayer, la Reina ha hecho un ejercicio de libertad y ha afirmado algunas de las evidencias que ha adquirido a lo largo de su experiencia vital.

2. Qué aunque muchas de sus opiniones vertidas en dicho libro entrevista sean tan discutidas y discutibles como se quiera, precisamente las que hace sobre la Guerra de Irak no distan mucho de aquellas que hizo entonces el Papa Magno Juan Pablo II.

3. Que el Opus Dei es la Iglesia (NOTA R.P es PARTE de la Iglesia), y que el prejuicio y la burla infame hacía el Opus Dei, es el prejuicio y la burla infame hacia la Iglesia.

4. Que utilizar la vinculación personal al Opus Dei de la entrevistadora para desprestigiar a ambos, la institución y la persona, es mezquino.

5. Y por último, que dicha pertenencia no tiene nada que ver con la valoración del trabajo profesional de la perteneciente, a no ser por la libertad que todos los hijos de la Iglesia aprenden y gozan para hacer su trabajo lo mejor posible sin condicionamientos ideológicos y coyunturales, una libertad interior y de conciencia que ya quisieran para sí quienes se refugian en la palabra libertad convirtiéndola en una ideología más al uso".