Con gran alegría quiero contribuir a dar un pequeño testimonio sobre la santidad de D. Manuel Larrain Errázuriz. Para el cristiano ser santo es ser otro Jesucristo viviente en la tierra. Ser un retrato de lo que fue Jesús en su paso por la tierra. Yo creo que D. Manuel fue casi un auténtico retrato de Jesucristo. Jesús pasó por la tierra haciendo el bien, amando a todos los hombres, estando en constante comunicación a través de la oración con su Padre.
D. Manuel era un hombre de constante oración. Oración organizada en su oratorio, en su breviario, lectura del Evangelio, de los grandes Santos, sobre todo S. Francisco de Asís, de un constante estar con su maestro Jesús en todos los momentos de su vida diaria, en sus viajes en auto, en avión, en su caminar cotidiano.
Su capilla era su gran refugio para todas sus grandes y pequeñas decisiones. En su maestro sacaba las fuerzas para todas las adversidades de la vida, grandes y chicas. Su vida era una constante comunicación amorosa con el gran sacerdote del cual era su representante en la tierra, su imagen.. "Ora et labora" era su quehacer cotidiano. Todo ello hecho con sencillez sin aspavientos, con su eterna alegría.
Creo que fue S. Francisco de Sales quien dijo que " Un santo triste, es un triste santo" De Manuel era un santo alegre con todos con el rico, el pobre, el sabio y el pequeño ignorante. Un salo mandamiento os doy " Que os améis los unos a los otros" S. Agustín decía " Ama y haz lo que quieras" Eso hizo D. Manuel, " Amar" Amar a todos al que le quería y al que lo odiaba , al santo y al pecador como Jesús , que le reprochaban que comía con los pecadores y se codeaba con las prostitutas . La frase de Jesús que decía que no hay que apagar la vela que aun humea " Don Manuel lo practicó al máximo con todos. Yo puedo dar un testimonio de mi mismo, que abandone el sacerdocio, pero me invito a su cumpleaños y me puso junto a El en su gran mesa llena de muchos amigos, muchos de ellos extranjeros.
Alojó en casa de otro sacerdote secularizado que no nombraré que según los cánones vivía en pecado. Conversaba con grandes hombres de poder y de riqueza y de sabiduría y con igual naturalidad conversaba con el humilde campesino y su hablar se hacia todo a todos. Se acomodaba a los conocimientos de todos sus interlocutores con sencillez y naturalidad. Como Jesús que lloró ante el sepulcro de su amigo Lázaro, también D. Manuel lloraba. Yo fui testigo varias veces de su llanto.
GRAN AMIGO DE TODOS
En la última cena con sus doce apóstoles, Jesús tuvo a un lado a Juan y al otro a Judas que él sabía que esa misma noche lo iba a traicionar y le llamó amigo. Así era D. Manuel con el sacerdote santo y con el que no lo era y le ponía en aprietos por su conducta. Jamás alzó con ira su voz para recriminar a nadie. Todos se sentían los predilectos junto a él. Era un ciudadano universal como Jesús para él que no había Judíos y samaritanos; todos eran hijos del mismo Dios. Los nacionalismos y las distintas confesiones religiosas cristianas o no cristianas, eran todos hijos de los que buscan el bien, quizás equivocadas. Así lo comprendieron integrantes de otras denominaciones cristianas como la señora anglicana que le regaló el carillón de la catedral de Talca y los monjes franceses de denominación protestante, cuyo nombres en este momento olvido, en cuya casa alojó varias veces en Francia. Hablaba de ellos con entusiasmo y ellos lo querían. Lo querían los demócratas cristianos, que él formó como cristianos desde su puesto de director espiritual de la Universidad Católica y lo respetaban los comunistas a cuyos dirigentes dio cobijo cuando Gabriel González los persiguió a través de la ley llamada " Defensa de la democracia".
Jesús le dijo a Zaqueo, el pecador público que se enriquecía cobrando los tributos a sus conciudadanos: " Baja del árbol que hoy voy a ir a tu casa a comer contigo. La gente murmuró por comer con el pecador que los extorsionaba, pero Zaqueo ante este gesto dijo::"Doy la mitad de lo que tengo a los pobres y si a alguien lo he defraudado le devolveré cuatro veces mas"
D. Manuel dio los fundos de su diócesis a los campesinos y los organizó a través del improa para que supieran administrar sus tierras y tuvieran toda la dignidad al hacerlo.
Amó al ser humano, con mucha sencillez, grande o peque en conocimientos y en riqueza. Cumplió todas las bienaventuranzas. Dio de comer, visito al enfermo y encarcelado .etc.
No se apartó un ápice de la doctrina cristiana y católica, no fue estridente, ni exagerado en exponer la doctrina social católica, cooperativas para los campesinos además de tierras,, escuelas para los niños, lugares de acogida para pobres y enfermos. Buscó todo tipo de congregaciones religiosas por el mundo entero, de todos los países, de todas las razas y lenguas, Hasta chinos hubo en su iglesia cuando eran perseguidos . Su clero y monjas era universal en todos los sentidos. Por eso universal era la gama de los que de distintas naciones constantemente lo visitaban. Todos buscaban su paz, sonrisa, bondad y apertura a todas las posiciones,
Pero exponía con claridad la doctrina cristiana, sin vacilación ante movimientos un tanto heterodoxos que ya empezaban a nacer dentro de la iglesia. Con amor sacaba la cizaña del medio del trigo. Por temor jamás callo. No era un Savonarola condenando, pero condenaba, exponía sin miedo la verdad, pero con mucha caridad. Yo fui testigo en mi vida propia de esa postura en reprender pero amando. Cuando había un tema difícil, antes de decidir " Oraba mucho con su maestro. Jesús y s. Francisco de Asís fueron sus maestros.
Quien lo conocía lo amaba para siempre.
Todos los que lo conocimos nos sentimos unos privilegiados por haberlo conocido y mucho mas por si habíamos tenido la suerte de haber gozado de su amistad. Se dice que el Amor empieza por casa, amaba con toda delicadeza a su mamita que así llamaba a los 60 años a su madre, amaba a su vieja y abuela empleada " Juana a su mozo Antonio, a su chofer Juan y a todo el ser humano pobres, ricos y pecadores. Pero amaba también con S. Francisco de Asís a los hermanos menores, los animales y plantas , las estrellas , los poetas que cantaban las alabanzas de la creación. Con su memoria prodigiosa " Recitaba a Santa Teresa, S. Juan de la Cruz, S. Francisco de Asís y Rubén Darío etc.. Los apóstoles predilectos de Jesús dijeron en el monte Tabor" Bonun est hic esse" Hermoso y llena de paz es permanecer aquí Así gritaba uno junto a D. Manuel " Bonun est hic esse. Junto a él yo sentía paz
Amaba su raza vasca, en lo que tiene de lealtad a la palabra dada, austeridad, fidelidad. Espíritu de trabajo. Pero no menoscababa ninguna raza y en todas veía la mano de su Hacedor. El resumen de su vida fue " Ora et labora". Su pasión fue la Iglesia Universal. A ella amaba , de ella se sentía hijo.
Era muy alegre,
Contaba chistes pero no estridentes, sencillez con los cuales el se reía mas que nadie; la gran carcajada no era su modo sino la sonrisa profunda y hasta sonora. Yo que fui un sacerdote que le dio problemas, jamás me sentí mal en su presencia y supo reprenderme con mucho amor. Según la frase " Hay que odiar el pecado , pero no al pecador
D. Carlos González me pidió que diera un testimonio de Santidad de D. Manuel. Este seria mi resumen " En la figura débil físicamente de D. Manuel reconocí a Jesucristo y a S. Francisco de Asís, Ambos se hicieron visibles en él en siglo XX
JOSÉ MARÍA BUZUNÁRIZ. Mi correo electrónico: jmbuzu@gmail.com
José María Lorenzo Amelibia
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