LA SANTÍSIMA VIRGEN

Antes de comenzar el retiro, ponte en la presencia de Dios. Después, piensa con paz en cada uno de los puntos que a continuación expongo.

La Virgen María es madre de mi piedad. tengo necesidad de gracia y soy débil por mí mismo. Estoy lejos de la humildad una madre que jamás nos abandona es la Virgen María. ella nos sostiene en sus manos.

La Virgen María es la Reina de la humildad. Madre nuestra, madre del Amor Hermoso.

La Virgen María nos ayuda a vivir para Dios, para su gloria. Ella nos ayudará a dirigirnos a Dios.

Ella nos ayuda a dar día a día nuestra vida; nos socorre con ayudas maternales; asiste a nuestra vida interior. Trabaja con nosotros junto al Espíritu Santo.

Nos ayuda a vivir la caridad. Jesús aprecia lo que hacemos a cualquiera de los pequeños como hecho a sí mismo. La Virgen María viene en nuestra ayuda.

Con María estoy ligado a aquellos a quienes me doy. En ellos hay algo mío y en mí, algo de ellos. Y con todos la Virgen María.

Estos vínculos nos acompañan en vida y después de la muerte.

Los vínculos son aún mayores con las almas a quienes hemos ayudado a salvarse.

Vivir para Dios y hacer vivir para Dios, y junto a nosotros, la Virgen María.

Caminemos junto a María. Muy conscientes de que, cuando Dios llega a ser lo único para mí, es también mi único Señor.

Dios, solo Dios. Nada me importan las criaturas, como no sea por Dios. Dios me envía lo mejor cada día. Yo aceptaré.

Como final del retiro: Pensar en examen práctico en estos puntos: 1.- Cómo es tu devoción a la Virgen. 2.- Cómo puede ser mejor. 3.- Qué santuario piensas visitar. 4.- Qué obsequios vas a hacer en mayo a la Virge

José María Lorenzo Amelibia

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