Ante la cercana llegada de las fiestas de San Fermín, quiero enviaros un mensaje de felicitación, alegría, afecto y esperanza. San Fermín es, para Pamplona y para tantas personas que nos visitan, mucho más que una celebración: es una expresión viva de nuestras raíces, donde se entrelazan la fe y la fiesta, la devoción y la convivencia.
Os invito a disfrutar de estos días desde el respeto, la tolerancia y el civismo. Que la alegría no excluya la responsabilidad y que la celebración tenga siempre presente la dignidad de las personas. Porque el verdadero espíritu festivo nace cuando se construye comunidad, cuando nos cuidamos unos a otros, cuando nos respetamos a pesar de las diferencias y cuando abrimos el corazón a quienes nos rodean.
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Animo a todas las instituciones públicas a que colaboremos, cada una desde nuestra responsabilidad, para que las fiestas transcurran de la mejor manera posible, para que los Sanfermines de 2025 sean un ejemplo de convivencia y de sana diversión. Ojalá que así sea.
Que no falte la oración al santo patrón, ni el encuentro sereno con Dios en medio del bullicio. La dimensión religiosa de estas fiestas nos recuerda que San Fermín, primer obispo de Pamplona, fue testigo de fe y ejemplo de entrega generosa, y que su intercesión sigue siendo nuestra mejor guía.
Disfrutemos de estas fiestas con alegría y gratitud.
¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!