"Gracias", lema de la Jornada de Infancia Misionera, que se celebra el 24 de enero Anastasio Gil: "Los niños son actores y protagonistas del compromiso misionero"

(J. Bastante/OMP).- "Gracias". Los misioneros dan las gracias a los niños del mundo. Por su solidaridad, por su cercanía. Porque "nos resistimos a que los niños sean meros receptores, porque también son actores y protagonistas del compromiso misionero", subrayó el director nacional de OMP, Anastasio Gil, durante la presentación de la Jornada de Infancia Misionera, que se celebra el próximo 24 de enero y que lleva por lema "Gracias".

Una presentación que tuvo como protagonista a Mark Desser. Desser es un sacerdote que mide dos metros de altura, procede del país más poderoso de la Tirera (Estados Unidos), y hoy es misionero en uno de los países más pequeños del mundo, Yibuti, incrustado entre Somalia y Eritrea.


Un país "rodeado por la guerra, que no es la solución a los problemas que tenemos. Tenemos que buscar la paz, empezando en nuestros corazones", y en el que "la mayoría de jóvenes lo tiene muy claro: la vida es un regalo. En Yibuti no hay abortos, no hay esas cosas. Ellos nos dan una riqueza a nosotros: el primer don para el niño es la vida. Tienen valores que yo cosecho para compartir".

En la presentación de la Jornada de Infancia Misionera, ha subrayado el papel educativo de la Iglesia, que acoge a ricos y pobres, a musulmanes y cristianos, etc... Asimismo, ha subrayado la importancia de la educación para la pacificación de la zona. Infancia Misionera sostiene esta tarea, entre otras cosas, ayudando con el material escolar u ofreciendo becas a los niños más pobres.

En todo el país, la Iglesia tiene 4 escuelas primarias acreditadas por el Estado y cinco (entre las que se encuentra la de Tadjorurah), dedicadas "a los más pobres y vulnerables, a los que no tienen papeles o no pueden ingresar en la escuela pública por diversas razones". Sin la ayuda de la Infancia Misionera, estas escuelas no podrían sobrevivir, porque como dijo el misionero "no somos autosuficientes". Los subsidios sirven para pagar el sueldo de los profesores o comprar material escolar, pero también para jugar, porque como dice Mark, esto es "esencial en la vida del pequeño".

Mark se siente "padre" de los 71 niños que su escuela atiende en la actualidad, por la que han pasado algunos de los principales dirigentes del país, entre ellos, el actual presidente. El misionero sabe que "los jóvenes de hoy son los responsables del futuro", por eso considera que su misión fundamental es "abrir los jóvenes a Dios y a los demás, tal como son". El misionero se siente "también cura de los musulmanes", muchos de los cuales estudian en las escuelas cristianas. La relación con ellos es cordial; y son los propios padres musulmanes los que les animan para que hablen de Dios a sus hijos.

El director de OMP, Anastasio Gil, que agradeció a Mark Desser que narrara en primera persona la labor de Infancia Misionera, subrayó que la solidaridad mutua entre los niños, y la atención a sus necesidades espirituales, son las dos singularidades de esta Obra Pontificia presente en 130 países. El Fondo Universal de Solidaridad administrado por OMP, en el que se reciben aportaciones de los niños de todo el mundo, contribuyó en 2015 a la realización de 2.699 proyectos destinados a la Infancia en todo el mundo. Solamente con la ayuda de España ( 2.727.721,66 euros) se pudo ayudar a 385 proyectos en 37 países.


Año tras año, la Infancia Misionera se afana por sembrar, entre los más pequeños, un espíritu libre, solidario y sin fronteras. El 15% de los niños del mundo se ve obligado a hacer trabajos que comprometen su derecho a la protección contra la explotación económica e infringen su derecho a aprender y a jugar. El 11% de las niñas están casadas antes de cumplir 15 años, lo que pone en peligro su derecho a la salud, la educación y la protección. En Chad, por cada 100 niños que se matriculan en secundaria, solo 44 niñas lo hacen. El resto queda sin educación y sin el amparo y servicios que proporciona la escuela.

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