El obispo de Canarias pide "soriedad y asuteridad" a los que más tienen Francisco Cases reclama "solidaridad y fraternidad" ante la crisis
El obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases Andreu, ha invitado hoy en la homilía por la Virgen del Pino al "grave deber" de la solidaridad y fraternidad en los tiempos de crisis económica, aunque eso conlleve "perder algo o mucho de los bienes y derechos".
El obispo, en la homilía que ha pronunciado ante el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, que también ha representado al Rey por quinta vez, y el resto de autoridades, ha recordado que, desde que comenzó la crisis, apela de forma directa a los que más pueden de la sociedad para que socorran a los desfavorecidos.
Una vez más, Cases ha defendido que las personas que dispongan de "nóminas suficientes y mucho más que suficientes" o de patrimonio "pueden y deben contribuir a ayudar a afrontar "los efectos de la crisis económica de tantos hermanos".
"La crisis tiene muchísimas víctimas indefensas, pero necesita menos espectadores críticos", ha subrayado el obispo, para quien hace falta una mayor implicación "con lo propio".
Para Cases Andreu, "la sobriedad y la austeridad" que se reclama y se exige no pueden afectar "a los más débiles, a los desprotegidos de la vida", sino que, por el contrario, han de ser estos "los atendidos con preferencia".
En el día de la patrona de Gran Canaria, Francisco Cases ha recordado que "honrar a la Madre conlleva atender a sus hijos más necesitados, ya que ninguna madre se sentiría amada si los hijos más poderosos no protegieran a sus hermanos más débiles".
El obispo se ha preguntado en la homilía si es posible hablar hoy de alegría, cuando hay tanta gente entre nosotros pasándolo tan mal, en la pobreza, en la exclusión, en la búsqueda del plato diario de comida: "¿Podemos entretenernos hablando de alegría? ¿No es un frívolo y ofensivo juego, y una evasión hablar de la alegría de ser creyente en medio de una situación tan negativa para tanta gente?".
Cases ha considerado que "sólo hay una manera de hablar de la alegría sin que parezca un ofensivo juego o una evasión", que implica solidaridad y fraternidad con los más perjudicados por la crisis.
En la eucaristía, celebrada en honor a Nuestra Señora del Pino, se ha pedido por los parados, los emigrantes, los que sufren la crisis, los países con conflictos sociales y los que padecen la pobreza más extrema.
Además de Paulino Rivero, asistió a la eucaristía el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, y numerosas personalidades civiles y militares de la isla y Canarias.
Al término de la misa tuvo lugar la tradicional procesión de la imagen de la Virgen del Pino alrededor de la Basílica de Teror, que contó con la participación de la banda municipal de Las Palmas de Gran Canaria y tropa del regimiento de infantería ligera Canarias 50, con banda de guerra y escuadra de gastadores.
Unas 5.000 personas siguieron la procesión, según fuentes municipales, que se concentraron en el casco histórico de la Villa Mariana en una jornada a la que acompañó el buen tiempo y una suave brisa que hizo más llevaderos los rayos del sol.
El alcalde de Teror, Juan de Dios Ramos, ha resaltado que la fiesta de la patrona ha sido "un gran éxito" de organización y participación pese al recorte de un 40 por ciento en el presupuesto y ha destacado el civismo de los peregrinos que se han acercado a la Villa. (RD/Efe)