Centro Asistencial San Juan de Dios de Palencia La soledad, uno de los sentimientos frecuentes en las personas adictas al juego

Enrique Bermúdez con el equipo terapéutico multidisciplinar
Enrique Bermúdez con el equipo terapéutico multidisciplinar

Sentimientos como la soledad, el abandono o una baja estima son frecuentes en personas con adicción al juego, explica Enrique Bermúdez, psiquiatra experto en intervención en adicciones del centro

La infancia y la juventud son más vulnerables a este tipo de adicción. Ha habido un incremento incremento en el número de jóvenes que piden ayuda en relación a problemas con el juego

La prevención es el mejor tratamiento, donde la educación cobra especial importancia

En trastornos adictivos ya establecidos, el tratamiento que ha demostrado mayor nivel de evidencia científica es el tratamiento integral biopsicosocial

Existen diversos motivos para jugar como la búsqueda de emociones positivas, huir de los problemas o aliviar estados emocionales negativos entre otros. Estas motivaciones no tienen por qué ser excluyentes entre sí, pero es frecuente encontrar sentimientos de soledad y abandono entre las personas que juegan por estos motivos, explica Enrique Bermúdez, psiquiatra experto en intervención en adicciones del Centro Asistencial San Juan de Dios de Palencia.

Entre las personas más gravemente afectadas por esta adicción, tanto hombres como mujeres, los más gravemente afectados comparten algunos factores en común: se trata de personas solteras o separadas, y en el caso de las mujeres más gravemente afectadas, viven solas.

Surgen nuevos perfiles: menores y jóvenes

Enrique Bermúdez observa además un incremento en el número de jóvenes que piden ayuda en relación a problemas con el juego y también en la modalidad de juego online como elemento que participa en el desarrollo de esta adicción. Aunque las características diferenciales del juego online son muy importantes, no me gustaría categorizarlo como el principal responsable porque correríamos el riesgo de banalizar la importancia del juego presencial, que es igualmente problemático, añade el psiquiatra.

El juego online permite más partidas en menos tiempo y acceso ininterrumpido, además al jugar a través de un dispositivo online se rebaja el valor psicológico del dinero a símbolos y provoca la ilusión de que es una herramienta que otorga el poder de ganar.

Los jóvenes de hoy conviven con unos factores de vulnerabilidad que pueden predisponer al juego patológico, y más en la modalidad online como la omnipresencia de TICs, su dificultad para hacer un buen uso de dichas herramientas, la soledad física y emocional, así como por supuesto la publicidad masiva que se hace del juego centrada en contenidos no realistas, sirviéndose de figuras relevantes del deporte o el espectáculo, que exageran la posibilidad de ganar y ofrecen facilidades para el inicio de la actividad.

Es imprescindible regularla si queremos prevenir.

Prevención

Además de regular la publicidad del juego, la educación se convierte de nuevo en el arma por excelencia para prevenir la adicción. Es necesario sensibilizar al respecto y trasladar información sobre los riesgos y las consecuencias a nivel personal, psicológico y emocional, para quien juega y también para su círculo más cercano.

Esta aproximación permite asimismo revisar valores como el éxito, frente a la convicción de que se puede llegar a ser rico y vivir de jugar al póquer o realizar apuestas deportivas como pone de manifiesto la publicidad.

Abordaje integral biopsicosocial

La incapacidad para dejar de jugar es una enfermedad cerebral neurobiológicamente demostrada y entre las personas que juegan es más frecuente el uso de sustancias de riesgo como el alcohol, el tabaco y aumentan los síntomas de ansiedad y depresión.

Se necesita un abordaje individualizado donde es fundamental desculpabilizar al jugador. En trastornos adictivos ya establecidos, el tratamiento que ha demostrado mayor nivel de evidencia científica es el tratamiento integral biopsicosocial, que se aplica por un equipo multidisciplinar en el que distintos profesionales (médico, psiquiatra experto en adicciones, psicólogo, enfermera, trabajador social, educadores…) trabajan de forma coordinada para cocrear junto a la persona un plan individual que le motive hacia el cambio en el estilo de vida.

Combinadamente, algunos casos pueden requerir abordaje farmacológico pero el mejor tratamiento, siempre, es el preventivo.

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