El segundo semestre fue el período de la muerte de cuatro obispos por covid-19 y del inédito cierre de Basílica que dejó a la Virgen de Guadalupe sin mañanitas, de adaptaciones y resistencias, de duelo por la normalidad perdida.
Hace unos días el rector de una universidad jesuita argumentaba que aprobar el aborto era necesario para no criminalizar a la mujer. Vaya lógica deslumbrante del rector, si alguien mata con toda intención, alevosía y ventaja es un criminal, y no podemos argumentar que no debemos criminalizar al que de suyo es un asesino.
El nuevo año es alegoría y oportunidad para rectificar. Y aunque el bienestar esté menguado, la salud debilitada y la virtualidad, acendrada, se puede afirmar que hay experiencias de vida que son luz al final del túnel. La de millones de seres humanos buenos y nobles quienes, a pesar de la adversidad, son capaces de sacar lo mejor de sí, cimentados en la fe para lograr un mejor futuro con mejores y mayores posibilidades de desarrollo.
“Nuestro Salvador ha nacido hoy. Alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa”.
¿A qué padre o madre le gustaría que sus hijos nacieran en un establo? Si extendemos el relato, Jesús aún niño, es un perseguido político; su vida corre peligro porque la autoridad lo ha declarado una amenaza y en medio de la oscuridad de la noche, sus padres tienen que huir de su país para salvaguardar la vida.
*Rubén Tierrablanca González, franciscano, fue elevado a la dignidad episcopal en 2016.
*Al saber de la enfermedad, escribió una carta al Patriarca Bartolomé pidiendo perdón por sus posibles ofensas a los fieles de la Iglesia Ortodoxa Oriental
En agosto pasado, el arzobispo Carlos Garfias Merlos dio a conocer la aprobación teológica que constata la vivencia heroica de virtudes del obispo nacido en Ávila, España.
México, Brasil o Estados Unidos "nunca salieron en realidad de la primera oleada con cierto control" y podrían enfrentar, por lo menos, otros seis meses duros de contagios y defunciones a pesar de que la vacuna se ha comenzado a distribuir, pero insuficiente para cubrir a un gran porcentaje de la población.
El Misionero del Espíritu Santo deja de existir a la edad de 87 años. Inició la nueva etapa de la revista “Actualidad Litúrgica”. Visitó las diócesis de la República para conocer las necesidades relativas a la liturgia y oración de las comunidades.
¿Qué se puede pensar? ¿Por qué, mientras millones dejaron de venir a Basílica, otros más inundan las calles, abarrotan comercios, van de vacaciones, escapan a las playas, hacen reuniones, viven en cenas, placean en restaurantes, conviven en bodas, ansían fiestas?
¿Perdurará en la memoria o solo un vago recuerdo? Cuando Guadalupe quedó sola en su “Casita”. Como lo fue siglos atrás, cuando Ciudad de México, azotada por calamidades, desastres y epidemias, causaron el dolor, el tormento y la muerte, Ella estuvo aquí, presente, bajó de su nicho para caminar con el pueblo…
*Emérito de san Cristóbal comparte experiencias con Papa Francisco, pide al Papa intervención para acelerar aprobación de textos litúrgico en lenguas indígenas
*Arzobispo emérito de Morelia resalta herencia de Tata Vasco como modelo de educador. Afirma: “Católicos hemos sido reacios en reconocer como hermanos a quienes no están en la Iglesia”
Carlos Aguiar Retes tomaba el báculo pastoral de Fr. Juan de Zumárraga. Su nombramiento era el futuro de una etapa de renovación que pronto colapsó. ¿Qué se esperaba del arzobispo de México? ¿Qué pasó con la Iglesia para soñar?