A través de un comunicado dirigido a la comunidad y fieles de la Iglesia arquidiocesana de Tijuana, el vicario general, Pbro. Israel Ángeles Gil, da a conocer que el arzobispo Francisco Moreno Barrón padece covid-19.

De acuerdo con el documento, el prelado, “después de un tiempo de convalecencia por su operación de próstata, ha resultado positivo en la prueba de covid-19”.

Moreno Barrón, ante los primeros síntomas, se atendió inmediatamente y reservó en su domicilio. En su momento, “Su Excelencia enviará un mensaje a su comunidad diocesana” según el comunicado.

Igualmente se dio a conocer que dos religiosas, las hermanas Cruz Morales Hernández y Gela Montes Fernández, de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, y dispuestas al servicio en la casa del arzobispo, resultaron positivas al covid-19.

En el último reporte del Centro Católico Multimedial del 20 de noviembre, se informó que diez casos en el episcopado nacional que han afrontado la enfermedad, dos obispos estaban en situación delicada y uno había fallecido. Desafortunadamente, Benjamín Jiménez Hernández, emérito de Culiacán y José María de la Torre Martín, obispo en funciones de Aguascalientes y Arturo Lona Reyes, emérito de Tehuantepec, murieron por complicaciones del covid-19.

Los obispos que han padecido la enfermedad y salieron adelante sin complicación alguna son: Pedro Pablo Elizondo Cárdenas de Cancún-Chetumal, Sigifredo Noriega Barceló de Zacatecas, Raúl Vera López, emérito de Saltillo, Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa, Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo, Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo de Durango y José Guadalupe Torres Campos de Ciudad Juárez.

Francisco Moreno Barrón (1954) es el undécimo prelado en sufrir el covid-19. Ordenado para el clero de Morelia fue designado obispo auxiliar de esa arquidiócesis en 2002. Se convirtió en III obispo de Tlaxcala en 2008 y en 2016, Benedicto XVI lo traslada a Tijuana para ser II arzobispo metropolitano.

El comunicado suscrito por el vicario general de Tijuana hace énfasis que “en comunión de oraciones, nos unimos a quienes han vivido o viven esta experiencia, especialmente a cada uno de los enfermos y sus familias. Oremos sin cesar, para que Dios les fortalezca y pronto recuperen su salud”.