Miembro del Estado Mayor de la Defensa Nacional afirma que nuestra época es “coyuntural” Capitán del Ejército mexicano inculca valores a niños maristas

Capitán del Ejército mexicano inculca valores a niños maristas
Capitán del Ejército mexicano inculca valores a niños maristas

*“Un militar también tiene conciencia. Es sensible a la sociedad”, afirma.

*Hacen falta políticas públicas y estrategias de seguridad para trabajar desde la familia.

*Acompaña a directora del Colegio Morelos de Tepatitlán, profesora Martha Angélica de la Torre Suárez, en ceremonia cívica de honores a la bandera.

Tepatitlán de Morelos, Jal.-Su nombre es José Antonio González Villalobos, capitán segundo de Infantería y paracaidista. Oficial del Ejército como muchos otros en el Instituto armado, pero quizá su historia destaca no sólo por servir a su país en uniforme, también por ser un hombre religioso, creyente y católico.

La mañana del 2 de marzo, el capitán González estuvo en el Colegio Morelos de Tepatitlán, Jalisco, en la ceremonia semanal de lunes a los símbolos patrios. Al acompañar a la directora de la sección de primaria, la profesora Martha Angélica de la Torre Suárez, González Villalobos tuvo la oportunidad de dirigir unas palabras a las decenas de estudiantes acerca de la formación cívica, los valores y el respeto a los símbolos patrios que deben inculcarse profundamente entre los niños de educación básica, además de instruir a los párvulos en la forma correcta de saludo, posición y honores a la enseña nacional.

Que un capitán del Ejército hable a escolares en un colegio de inspiración cristiana sostenido por los hermanos y laicos maristas es precisamente lo que hace especial este momento. Dada la tradición laicista de este país y la separación de los negocios civiles y eclesiásticos, quizá para muchos sea impensable e incongruente que un militar demuestre sus convicciones religiosas y que, en una escuela católica, hable de valores necesarios dada la situación de violencia que México sufre actualmente.

Honores a la bandera.
Honores a la bandera.

Después de la ceremonia cívica donde entregó la bandera mexicana a la escolta de niñas, el también miembro del Estado Mayor de la Defensa Nacional, expuso en entrevista su punto de vista y acentuar la vivencia de los valores y de la espiritualidad. Para el Capitán, formar en valores no es una cosa secundaria o accesoria y afirma: “Me parece que es muy importante porque los niños en formación requieren de las mociones espirituales, de valores, para que sean el motor de la sociedad. Quienes tenemos una utopía de la vida y creemos en el buen camino de la formación de los niños, ese será su motor en la vida, su caparazón”.

No pasa desapercibido que la presencia del uniformado haya causado cierta expectación entre los estudiantes. Es raro ver a un militar en una escuela. González Villalobos argumenta que esto es algo que se veía con cierta hostilidad: “Al venir con los niños y acompañar a mi hija, pude estar aquí uniformado. Hay dos razones, la primera, para darle a ella el sentido de pertenencia a sus raíces y principios, de un padre orgulloso de su hija y ella de su padre; por otro lado, ha sido un tema hostil. Que un oficial del Estado Mayor o del Ejército está aquí con los niños quiere decir que un militar tiene valores, conciencia, es sensible a la sociedad. Se identifica con los niños y viceversa”.

Fervor patrio.
Fervor patrio.

-¿Usted es una persona religiosa?“Sí porque fui formado en Tepatitlán en el colegio Juan de Villalpando. Creo que la piedra que me sostiene en este camino de la vivencia militar es esta dosis espiritual. Siempre he pensado, como decía don Carlos Abascal Carranza quien fue Secretario de Gobernación, que no podemos ir por la vida con los ojos vendados. Debemos tener una dosis espiritual para equilibrar el camino”.

Para el capitán González Villalobos, la experiencia espiritual en la vida no le hace perder la realidad sobre todo en los momentos de violencia y de rompimiento del tejido social. Como padre de familia, creyente, ser humano y hombre de las Fuerzas Armadas, recomienda a los padres de familia y niños en formación: “Vivimos un momento coyuntural de violencia e inseguridad, hay que reconocerlo. Ante eso debemos tener una “seguridad estratégica”, pero debemos empezar en casa con los jóvenes, nuestros hijos y familias, con los jóvenes de secundaria especialmente. Hacerles ver que, si bien los tiempos están cambiando, tenemos que arraigarlos en conjunción con este tiempo. Darles fortaleza y enseñarles un camino por el que puedan ir y tomar”.

El mensaje final a los padres también es una especie de reclamo a las instituciones públicas. Se necesitan labores de inteligencia que vayan directamente a la conciencia y afirmen la necesidad de trabajar al seno de las familias. Así sentencia: “Los tiempos son difíciles y en el tema de la inseguridad, como instituciones públicas y de gobiernos, nos faltan políticas públicas en materia de inteligencia que hagan conciencia. Este es un tema de conciencia que esté de acuerdo con el tema de la no violencia y de los derechos humanos. Si no partimos desde la conciencia del individuo y del ser humano, difícilmente podremos conseguir algo. Mi recomendación es trabajar desde casa, desde un abrazo, desde una palabra y un mensaje… Desde el amor”.

Conciencia de valores.
Conciencia de valores.

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