En fechas recientes, México ha tenido la oportunidad de recibir las reliquias de santos. La última fue la recepción de las reliquias de Teresa de Lisieux, las cuales fueron llevadas a distintas diócesis del país en grandes concentraciones de personas que rindieron tributo a la santa francesa. Ahora, llegó la tráquea de San Antonio de Padua.
De acuerdo con el sistema de información de la Arquidiócesis de México, la reliquia será expuesta en la Iglesia de San Juan Bautista, al sur de la ciudad de México, y recorrerá los templos franciscanos de la Arquidiócesis Primada para terminar en la Basílica de Guadalupe, el 26 de diciembre.
Se trata de los cartílagos de la laringe del santo que se encuentran en su Basílica de Padua, una de las reliquias más valiosas depositadas en la Capilla del Tesoro entre las que se encuentran la lengua y el mentón. El 6 de enero de 1981, en ocasión del 750º aniversario de la muerte del santo, una comisión religiosa y una comisión técnico-científica designadas por la Santa Sede, abrieron la tumba del predicador, encontrando los restos óseos y parte de su túnica. San Antonio murió en Arcella, al norte de Padua, en 1231.
La presencia de estas reliquias en México es propicia para enviar una felicitación al grupo “San Antonio de Padua” del Seminario Conciliar de México, quienes actualmente se encuentran sirviendo a la Arquidiócesis en el ministerio sacerdotal.