#sentipensares Lealtad en el exilio (o ¿ser cristiana y feminista?)

Comprenderse un poco

entender la razón

de los motivos que se tienen

para tener motivos

no tiene objeto.

Lo que importa

son las iluminaciones

el tumulto de la sangre

el movimiento de las venas

y los ojos abiertos.

 

Hugo Gutiérrez Vega, extracto de:

Dormir debemos una noche entera II

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Era mi ceremonia de quince años cuando decidí conscientemente desobedecer a lo que -debía ser-, me presente a la misa sin la confesión previa..., disgustada con el sacerdote por una conducta observada, no estaba de acuerdo con el trato que tuvo hacia mi madre; él era cercano a mis abuelos, la capilla quedaba cruzando la calle, los visitaba con regularidad, lo invitaban a comer, conversaban, etc. Recuerdo apresuró a mi madre para que le sirviera le dijo estaba tardando… ella a su paso en la cocina. Mi madre padecía artritis reumatoide, sus manos se habían deformado hace algunos años, esto no la detuvo para continuar realizando actividades en la casa y conducir coche estándar, sin embargo con frecuencia se sentía observada por la gente, como cuando iba los domingos a la iglesia, dijo sentir las miradas de la gente sobre ella, sobre sus manos dobladas por la enfermedad, dejó de asistir, formó parte de la acción católica femenina por años, asistía a talleres y apoyaba en las actividades que se organizaban en las kermeses para generar recursos destinados a mejorar la construcción, era un gran grupo de mujeres.

La ceremonia en agradecimiento de mis quince años fue el inicio de mi autonomía senti pensante. La fidelidad hacia mí misma. Ya adulta esta lealtad me ha llevado a la escisión, a encontrar espacios de diálogo más allá de mi contexto inmediato social, familiar, religioso, a escuchar otras voces con las cuales me identifico en la praxis, espacios físicos y virtuales en donde encuentro mujeres fantásticas.

Aquí, en la ciudad donde vivo tuve la fortuna de conocer, de estar con Rocío Morfín Otero maestra en psicología Gestalt, participar en su taller De hechiceras a profetas en el año 2015; enfocado a las mujeres para trabajar y sanar en lo individual y colectivo. Su trabajo es un rescate de las mujeres de la biblia presentado en un formato amable, un libro y un mazo de cartas que refrescan el imaginario arquetípico femenino cargado de significados, las mujeres hablan a nuestra vida en el presente. Una herramienta que facilita el trabajo grupal, la sororidad, el crecimiento para y entre nosotras, no dude en replicar una versión breve de este en pequeños grupos posteriormente.

En el año 2017 el primer congreso continental de teología feminista realizado en una reconocida universidad privada tuvo lugar en la CdMx, la experiencia marcó un precedente. Además de ponencias, mesas de diálogo, acercarme, saludar y tomarme foto con la admirada teóloga Ivonne Guevara, de charlar en la fila del café con el padre Alberto Athié, encontrarme y saludar al paisano Tampiqueño Luis Madaria Alzaga, el evento brindó a les asistentes la oportunidad de adquirir publicaciones recientes, adquirí el libro Místicos, profetas y reformadores creyentes para el mundo de hoy, del instituto superior pastoral, primero me atrajo su portada, tres colibríes resaltan, después el título; nutro mi espiritualidad con lectura, meditación, oración, contemplación tan necesarias, a veces más. Por este libro sé de Octogésima Adveniens (OA), compendio de doctrina Social de la iglesia (DSI), Gaudium et Spes, las cuales abarcan varios compromisos cuya síntesis se orienta a luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales, a enfrentar a sus destructores, es un modo de hacer historia (papa Francisco habla de solidaridad).

La palabra libro evoca en mi lugares y experiencias significativas, procesos de vida, indagar, aventurarme en la intuición, mi derecho a escribir, a escribirme. La búsqueda de personajes del pasado como Hildegarda Von Bingen escritora, mística, compositora, médica holística, teóloga, un acercamiento a los mundos estéticos creados por ella en el siglo XII, nombrada doctora de la iglesia en el año 2012 por Benedicto XVI. Conocer sus cartas gracias al  arduo trabajo de A Azucena A. Fraboschi (1942-2014), al equipo que formó en la Universidad Católica de Argentina. Apasionarme, atreverme a divulgar algo de lo descubierto, en la biblioteca municipal. Poseo uno de los 500 ejemplares de la primera edición gracias a mi maestra y amiga Francesca Gargallo en su último viaje a Argentina justo a la universidad católica, lo consiguió para mí por encargo al pedir ese favor. Francesca, filósofa, feminista autónoma, amada referente del feminismo nuestro americano, hace pocas semanas ha dejado de pisar esta tierra, sus huellas-letras iluminadoras en el camino sentí pensante dejaron semilla-fruto en tantas personas que tocó. Fue ella quien me alojo en su casa durante los días del congreso, admiraba a Ivonne Guevara, la escuche comentar las hazañas de la teóloga en Brasil.

Voces de mujeres, en letras, libros, traspasan las fronteras del espacio-territorio, del tiempo, nos abrazan senti pensantes, perpetúan las memorias de sus vidas, sus pasos por el mundo, nuestro mundo, reclamado. Son palabras, rezos vivos, útil praxis, destellos de luz que iluminan el devenir humano. Ellas, crisoles lunares, acompañan.

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