#LectioDivinaFeminista Sembradoras, ¡a sembrar!

Domingo 16 de junio de 2024
Marcos 4:26-34
| Silvia Rodríguez de Chiappero
La lectura nos presenta dos parábolas elaboradas a partir de escenas de la naturaleza y la labranza para explicar un gran misterio: el crecimiento rotundo, constante y sobrenatural del Reino de Dios.

- Preparación.
Al orar este texto del Evangelio, nos presentamos delante de Abbá para meditar Su Palabra en comunidad sororal, agradecidas por una nueva oportunidad de leerla y meditarla, con corazones deseosos de su presencia y guía. Dice un antiguo himno congregacional evangélico:
A solas al huerto yo voy/cuando duerme aún la floresta. / Y en quietud y paz con Jesús estoy/ oyendo absorta allí su voz…
Quizá físicamente a solas pero espiritualmente unidas a nuestras hermanas, leemos la perícopa del Evangelio de este domingo y meditamos en ella.
Marcos 4:26-34 Dios Habla Hoy
La parábola del crecimiento de la semilla
26 Jesús dijo también: «Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: 27 que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. 28 Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. 29 Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.»
La parábola de la semilla de mostaza
30 También dijo Jesús: « ¿A qué se parece el reino de Dios, o con qué podremos compararlo? 31 Es como una semilla de mostaza que se siembra en la tierra. Es la más pequeña de todas las semillas del mundo, 32 pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las otras plantas del huerto, con ramas tan grandes que hasta las aves pueden posarse bajo su sombra.»
El uso que Jesús hacía de las parábolas
33 De esta manera les enseñaba Jesús el mensaje, por medio de muchas parábolas como éstas, según podían entender. 34 Pero no les decía nada sin parábolas, aunque a sus discípulos se lo explicaba todo aparte.
- Reflexión
Amigas: las mujeres que vivimos en grandes centros urbanos generalmente tenemos muy poco contacto con el trabajo rural y las implicancias de las actividades agrícola-ganaderas. Sin embargo, gracias a las Escrituras, podemos llegar a sentirnos muy familiarizadas con el tema. Lo que quizá desconocemos es la cantidad de mujeres que actualmente se ocupan de esas labores tan rudas y sacrificadas: muchas son peonas, operadoras de maquinaria o de instalaciones de tambo, medieras, encargadas, profesionales y técnicas y otras ocupaciones.[1] Pongo por ejemplo, a la provincia de Santa Fe (Arg.), donde vivo: según el censo del INDEC 2022, de los 15.054 establecimientos de explotación agropecuaria registrados, 2.516 (17%) ¡están gestionados por mujeres![2]
Este porcentaje, aunque sorprendente (al menos para mí), es minúsculo en relación al de los varones, y totalmente opuesto al que se registra en el campo misionero cristiano: la respuesta a este llamado -en la iglesia católica y la protestante- las mujeres superan ampliamente en número a los varones (aunque la información no tenga mucha prensa). Según fuentes autorizadas, se estima que las sembradoras de la Buena Noticia en la ICR son el 61%[3] y, de acuerdo con las agencias misioneras protestantes, dos tercios de las personas enviadas son mujeres[4].
De modo que, parafraseando a Marcos, podemos decir:
Con el reino de Dios sucede como con la mujer que siembra semilla en la tierra:que lo mismo da que esté dormida o despierta, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que ella sepa cómo…Marcos 4:26-27 DHH
La Comisión que el Señor nos dejó a Sus hijas e hijos es sembrar el Evangelio y Su promesa es que Él mismo le dará crecimiento. ¡Amén! ¡Aleluya!
III. Aplicación.
Es muy bueno recordar esta verdad por si en algún momento nos asalta el desaliento: ¡el crecimiento del Reino no depende de nosotras! El Señor de la mies, que nos envía a sembrar, también hará brotar la semilla, nacer la espiga y madurar los granos. Y por Su poder y gracia, asimismo la pequeña semilla de mostaza se volverá un gran árbol proveedor de frutos y refugio.
En medio de las injusticias y confusión que se viven en el mundo y, particularmente, en nuestra amada Latinoamérica, estas parábolas proféticas fortalecen nuestra esperanza y nos motivan a perseverar. Confiadas en que, como decía nuestra querida hermana Ruhama, el domingo pasado: “Sobre nosotras también se han derramado dones espirituales y cada una ha recibido un llamado irrevocable e irresistible…” Amén. Somos hijas amadas con una tarea que hacer, y servimos a un Dios compasivo que desea redimir Su creación. ¡Sigamos orando, trabajando y amando!
Sembradoras, ¡a sembrar!
El Señor dio un mensaje; muchas mujeres lo anunciaban. Salmos 68:11-DHH
Preguntas para la reflexión:
¿De qué maneras se manifiesta el crecimiento del reino de los cielos en nuestra región, comunidad y vida personal?
¿Cómo podemos colaborar mejor en esta tarea de Dios?
FUENTES:
INDEC. (2022). Mujeres agropecuarias argentinas. Dosier estadístico. En: https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/publicaciones/dosier_mujeres_agropecuarias_2022.pdf (rec. 14/05/2024)
JORNADA7°. (15/05/2016). Magazine. El Papa destacó el rol de las mujeres en la misión pastoral.En: https://www.diariojornada.com.ar/159829/magazine/el_papa_destaco_el_rol_de_las_mujeres_en_la_mision_pastoral (rec. 14/05/2024)
MARÍN, V. El papel de la mujer en la Iglesia Católica de Aca. Latina.
PIKAZA, X. (2012). El evangelio de Marcos. La buena noticia de Jesús. Estella: Editorial Verbo Divino.
VIDAL, J. M. (14/10/2012) Mujeres en la Iglesia católica, una mayoría silenciada. En: https://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/05/internacional/1349438936.html (rec. 14/05/2024)
[1] INDEC. (2022). Mujeres agropecuarias argentinas. Dosier estadístico.
[2] Ídem.
[3] https://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/05/internacional/1349438936.html
[4] www.movilicemos.org