Çala, responsable de comunicación de Turismo de Turquía "Estambul demuestra que la convivencia interreligiosa es posible y visible"

(Jesús Bastante).- Turquía quizá sea una de las grandes desconocidas cunas del cristianismo. Éfeso, Antioquía, el jardín donde pudo estar el Edén... Turquía es un rincón apasionante al que hay que acudir, y que, según nos ha contado Çala, que nos ha hablado de todos estos sitios, genera adicción. "Con sólo ir una vez se enamoran de nuestra tierra. Por eso existe la ‘pasión turca'", sostiene, sonriente, la responsable de Comunicación de Turismo de Turquía, a la que entrevistamos en RD.

-¿Qué supone Turquía para el turismo religioso y la fe?
-Turquía es un puente que une Oriente y Occidente, Asia y Europa. Esa situación se refleja en las creencias que han pasado por Anatolia (Turquía) hasta hoy. La primera historia que nos cuenta, desde niños, es la de Adán y Eva. Se cree que el jardín del Edén estaba entre el Éufrates y el Tigris, ríos que nacen, tanto uno como el otro, en Turquía. Hace una década se hizo un hallazgo en un yacimiento cercano a una ciudad, donde se cree que hubo un sitio de culto, un templo. Los arqueólogos creen que se puede hablar ciertamente de que allí estuvo el Edén.

-También se ha encontrado un arca que por materiales y época se cree, a partir de un estudio reciente, que podría ser el arca de Noé.
-Siempre se ha hablado de que estuvo en Ararat. Y el Ararat es una montaña turca. Hay muchos exploradores que intentan buscarlo, y últimamente se ha escrito un libro también sobre este tema.

-También tenéis Ur, la patria de Abraham.
-Sí, la gloriosa Ur, que siempre he tenido fama de ser ciudad de profetas. Hasta este momento lo creíamos, pero no teníamos pruebas que aportar. Pero ahora, desde que se descubrió el yacimiento, los científicos también dice que se podría tratar de la ciudad de Abraham.

-Un enclave importante no sólo para los cristianos, porque Abraham es padre de las grandes religiones monoteístas.
-Claro, para nosotros los musulmanes Abraham y Noé son importantes, como la Virgen. En Turquía casi el 96% de los turcos son musulmanes. Pero también hay judíos, cristianos católicos, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa está también es Estambul... La Virgen es un personaje importante para todos nosotros. Y se cree que pasó sus últimos días en Éfeso, junto a San Juan, que estaba escribiendo desde allí su evangelio.
Otro importante personaje del cristianismo relacionado con Turquía es San Pablo, Pablo de Tarso, del que yo siempre pienso que fue el gran relaciones públicas del cristianismo, quien los difundió. Tarso está en Turquía, pero la ruta de San Pablo comienza en Antioquía, al sur de Turquía. Allí está la iglesia de San Pedro. Por eso, además de rutas turísticas, hay rutas de peregrinaciones que parten del sur de Turquía.
También están en Turquía las 7 iglesias del Apocalipsis, y Nicea, donde se celebró el Concilio.

-Fundamental para entender la Iglesia, porque en ese concilio se creó su corpus doctrinal y jerárquico.
-La riqueza de la península de la Anatolia se debe a que todas las gentes que han pasado por ella desde hace miles y miles de años, han dejado algo de sí. Por eso esta tierra es tan abierta a las novedades, porque es un mosaico tremendo. En la época de Bizancio, por ejemplo, Teodosio declaró el cristianismo religión oficial de Roma.

-Está claro que Turquía ha sido ruta de paso. ¿Puede ser también punto de encuentro entre civilizaciones, culturas y razas?
-Turquía no es Asia. Turquía no es Europa. Es las dos cosas. Tenemos esa suerte. Nicea antiguamente era un pueblo matriarcal, que basaba su cultura en la figura de la mujer. La diosa Cibeles, que tenéis en Madrid en la fuente, tiene sus orígenes en la Anatolia. En Éfeso, antes de que llegaran San Juan y la Virgen, estaba muy presente el culto a Artemisa. Y una de las 7 maravillas de la antigüedad era, precisamente, el templo de Artemisa que estaba en Éfeso, para rendir homenaje a la diosa. Por eso, como siempre ha habido tantísimo aprecio hacia la mujer en esta tierra, fue en el Concilio de Éfeso donde se declaró que la Virgen es Madre de Dios. Porque la gente que vivía allí tenía en sus raíces ese amor, y poco a poco esas cosas fueron haciendo el esqueleto de la religión cristiana.

-¿Estambul es una ciudad que no se olvida?
-No se olvida. Yo creo que tiene que ser una asignatura obligatoria para los jóvenes. Sentarse frente a Santa Sofía es sentir que de verdad existió la historia, que esa gran cúpula lleva ahí más de 1500 años. Ver una iglesia al lado de una sinagoga, o una sinagoga al lado de una mezquita, y ver que la gente convive, que es posible y visible. Caminar por las calles y escuchar a los sefardíes hablar el castellano de hace siglos... Son cosas que sólo pueden suceder en Estambul, la única ciudad del mundo que existe en dos continentes a la vez.

-¿Cuánta gente viaja a Turquía movida por el sentimiento religioso, o por una combinación de lo religioso y lo cultural?
-El último año Turquía recibió 30 millones de visitas. 340 mil fueron españoles. Quizá no todos viajan con la finalidad de hacer rutas religiosas, pero termina siendo así. Pongamos que van a Estambul: irán a ver la Mezquita Azul, frente a la que está Santa Sofía, y al lado la ermita de San Salvador de Cora. O si van a la Capadocia a ver las ciudades subterráneas y las formaciones, es imposible no pensar en el Creador, o en toda la gente que defendió sus creencias en diferentes épocas, al adentrarse en las iglesias talladas en la roca, donde se conservan iconos intactos. Aunque la intención sea ir a disfrutar de la playa, es muy difícil no meterse en el tema de las religiones. La tumba de Santa Tecla también se encuentra en la Anatolia.

-Santa Tecla es la patrona de Tarragona.
-Efectivamente, por eso hace poco el arzobispo de Tarragona hizo un viaje a Turquía, y quedó impresionado. Por eso decimos que se puede ir a disfrutar de la playa y el surf, de los pueblos cálidos, de lo que sea. Pero siempre se encontrará alguna historia de estas, como la de San Nicolás (Papá Noel), que era obispo de Mira, una ciudad de Anatolia. San Nicolás es el santo patrón de las novias, de los niños, de los marineros... y no era del Polo Norte ni vivía entre elfos, sino que vivió en nuestra tierra, Anatolia.

-¿Cómo se vive en Turquía el pluralismo religioso, esa diversidad?
-Antes que nada, hay que subrayar que Turquía es una república laica. Nadie sabe si el vecino está haciendo sus rezos, y nadie tiene por qué decírselo. Los rituales religiosos son cosa de uno mismo. Todo el mundo puede sentir, hablar y caminar sin ningún problema. Sí que hay zonas donde se ve más gente practicando y realizando sus oraciones, por ejemplo en Estambul, donde hay iglesias, sinagogas y muchísimas mezquitas. En Ankara también, porque es la capital administrativa y tiene gran público. Pero al adentrarse más hacia el este, son más escasas las ciudades con tantos templos. Aunque hay excepciones, porque en Turquía se puede encontrar hasta una pequeña iglesia armenia en una isla en medio de un lago.

-¿Podrías darnos un contacto?
-Claro, tenemos una oficina cerca del Retiro. Y para cualquier información se puede entrar en nuestra página web: www.turismodeturquia.com
Ocio, cultura, historia, gastronomía... Turquía tiene mucho que ofrecer. Pero a nivel de religiones, lo más llamativo es la aceptación de la que hablábamos, la tolerancia. El sufí más conocido, Mevlana C. Rumi, vivió también en estas tierras.

-Muchas gracias, Çala, nos dejas con ganas de visitar Turquía.
-Gracias a vosotros.

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