Fellay se entrevistó con Levada en el Vaticano El Papa comunica a los lefebvrianos su decisión sobre el final del cisma
El superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, Bernard Fellay, se entrevistó ayer en el Vaticano con los responsables de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que le entregaron, según los medios italianos, la decisión del Papa sobre el regreso de los lefebvrianos a la Iglesia de Roma.
La decisión de Benedicto XVI, que ha dado numerosos pasos para lograr que este grupo tradicionalista vuelva al redil, ya fue comunicada el pasado sábado, según las mismas fuentes, por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al obispo Fellay.
Los otros tres obispos lefebvrianos -el español Alfonso de Gallareta, el francés Tissier de Mallerais y el británico Richard Williamson- se han mostrado contrarios a un acuerdo con el Vaticano para volver al seno de la Iglesia católica.
A ese respecto, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la situación de esos tres prelados «tendrá que ser tratada por separado y de manera personal». Según Lombardi, que espera tiempos aún largos para llegar a un acuerdo, no está dicho que la solución «englobe todas las posiciones».
El 14 de septiembre de 2011, el Vaticano entregó a los lefebvrianos un «preámbulo doctrinal» con las condiciones para regresar a la Iglesia de Roma. Contiene algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica «necesarios para garantizar la fidelidad al magisterio de la Iglesia».
Los lefebvrianos surgieron en 1969, cuando Marcel Lefebvre (1905-1991) creó la Fraternidad San Pío X, asociación tradicionalista que rechaza frontalmente el Concilio Vaticano II, al que considera una «herejía», y las «destructivas» reformas surgidas del mismo, al tiempo que defiende a ultranza el rito preconciliar.
Este grupo desató un cisma en la Iglesia católica en 1988, cuando Lefebvre ordenó sin permiso de Juan Pablo II a cuatro obispos (Fellay, De Gallareta, De Mallerais y Williamson).
En aras de la buena voluntad para que vuelvan al redil, Benedicto XVI liberalizó en 2007 la misa en latín y en 2009 levantó las cuatro excomuniones. Pero uno de esos obispos, Williamson, negó después el Holocausto, lo que puso en pie de guerra a la comunidad judía internacional.
Los lefebvrianos cuentan con cuatro obispos, cerca de medio millar de sacerdotes y más de 200.000 fieles repartidos por todo el mundo, especialmente en Suiza, Francia, Argentina, EE.UU., Alemania, Chile y Colombia.
(RD/Agencias)