Para la Santa Sede, "abolir las armas nucleares es un imperativo moral urgente" El Vaticano advierte el riesgo del uso de la IA en el despliegue del armamento nuclear

En su discurso ante las Naciones Unidas, el arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, advirtió contra el uso de Inteligencia Artificial en los sistemas de comando, control y despliegue nuclear, ya que "introduce un nivel de incertidumbre sin precedentes"
Instó a la comunidad internacional a comprometerse con una visión de seguridad centrada en el ser humano
(Vatican News).- Las armas nucleares y la expansión de sus arsenales son "una de las mayores amenazas para la paz y la seguridad internacionales". Así lo afirmó el arzobispo Gabriele Caccia, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede, en su discurso de ayer, 21 de octubre, ante la primera comisión del 80.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, dedicada a las armas nucleares.
Al recordar el 80º aniversario de la primera prueba nuclear en Nuevo México y la devastación causada por los ataques a Hiroshima y Nagasaki, y reflexionar sobre las dramáticas consecuencias de estos dos acontecimientos, el arzobispo los define como una advertencia "del potencial catastrófico de estas armas" y un recordatorio de la responsabilidad compartida para garantizar que tales tragedias no se repitan.
"La paz –declaró el arzobispo Caccia– no puede construirse sobre la amenaza de la destrucción total ni sobre la ilusión de que la estabilidad puede derivar de la posibilidad de aniquilación mutua, porque es moralmente indefendible y estratégicamente insostenible". El arzobispo denuncia la creciente amenaza del uso de armas nucleares y la expansión de sus arsenales. "Estos acontecimientos, a menudo justificados por la errónea lógica de la disuasión", continuó el prelado, "corren el riesgo de reforzar el miedo y desestabilizar aún más la seguridad internacional".
Atención con el uso de la IA
En este contexto, el uso de la Inteligencia Artificial en los sistemas de comando, control y despliegue nuclear es preocupante: estas innovaciones "reducen los tiempos de toma de decisiones, reducen la supervisión humana y aumentan el riesgo de errores de cálculo". Además, generan "un nivel de incertidumbre sin precedentes".
"La Santa Sede", añadió el arzobispo Caccia, "reitera su firme convicción de que los esfuerzos para controlar, limitar, reducir y, en última instancia, eliminar las armas nucleares no son una perspectiva irreal, sino una posibilidad y un imperativo moral urgente".

De ahí el llamamiento a los Estados para que respeten sus obligaciones en virtud del Artículo VI del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y negocien la eliminación de sus arsenales. Además, la Santa Sede insta a los Estados a adherirse al TNP y al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) y a promover medidas como la entrada en vigor del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), la negociación de un tratado sobre materiales fisibles y el fortalecimiento de mecanismos sólidos de verificación y asistencia.
Proteger siempre la vida
Al denunciar el uso de recursos para armamentos mientras tantos siguen sufriendo, el Observador Permanente de la Santa Sede habla de "una profunda derrota moral", ya que "la verdadera seguridad reside en la protección de la vida, la promoción de la justicia y el avance de la paz, no en las armas ni los arsenales". La invitación a la comunidad internacional es a comprometerse con "una visión de seguridad centrada en el ser humano, fundada en el diálogo, la fraternidad y el respeto a la dignidad intrínseca de cada persona, dada por Dios".