Presenta un documento, coordinado por la PCAL, con propuestas de cara a la COP30 El Vaticano se pone serio y rechaza "el capitalismo verde y la tecnocracia" para hacer frente al cambio climático

El Vaticano se pone serio y saca los colores al capitalismo "verde", con un documento titulado "Un llamado por la justicia climática y la casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones", en donde rechaza lo que califica de "falsas soluciones" y, en su lugar exige que los países desarrollados paguen su deuda ecológica "con un financiamiento climático justo sin endeudar más al sur"
"La ciencia es clara: limitar el calentamiento global a 1,5°C para evitar efectos catastróficos. Jamás debemos abandonar esta meta. Son el Sur Global y las generaciones futuras quienes sufren ya las consecuencias", señala en sus primeras líneas el documento presentado, rechazado además "las falsas soluciones como el capitalismo 'verde', la tecnocracia, la naturaleza convertida en mercancía y el extractivismo, que perpetúan explotación e injusticia"
El Vaticano se pone serio y saca los colores al capitalismo "verde", con un documento titulado "Un llamado por la justicia climática y la casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones", en donde rechaza lo que califica de "falsas soluciones" y, en su lugar exige que los países desarrollados paguen su deuda ecológica "con un financiamiento climático justo sin endeudar más al sur".
Elaborado por el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), coordinados por la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), el documento ha sido presentado esta mañana en la Sala Stampa del Vaticano, en una rueda de prensa en la que han participado Emilce Cuda, secretaria de la PCAL; el cardenal Jaime Spengler, arzobispo Porto Alegre (Brasil) y presidente del CELAM; el cardenal Filipe Neri António, arzobispo de Goa e Damão (India); y el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo).
"La ciencia es clara: limitar el calentamiento global a 1,5°C para evitar efectos catastróficos. Jamás debemos abandonar esta meta. Son el Sur Global y las generaciones futuras quienes sufren ya las consecuencias", señala en sus primeras líneas el documento presentado, rechazado además "las falsas soluciones como el capitalismo 'verde', la tecnocracia, la naturaleza convertida en mercancía y el extractivismo, que perpetúan explotación e injusticia". En su lugar, Vaticano exige equidad, justicia y protección.
Equidad, porque, según se señala, "las naciones ricas deben pagar su deuda ecológica con un financiamiento climático justo sin endeudar más al sur, para recuperar pérdidas y daños y favorecer la resiliencia en África, América Latina y el Caribe, Asia y Oceanía".

Justicia para "promover el decrecimiento económico y acabar con los combustibles fósiles, poniendo fin a todas sus nuevas infraestructuras y gravando debidamente a quienes se han beneficiado de ellas, inaugurando una nueva era de una gobernanza que incluya y priorice a las comunidades más afectadas por las crisis del clima y de la naturaleza".
En cuanto a la tercera era pata de las exigencias vaticanas –la protección–, se enmarca en ella "defender a los pueblos indígenas y tradicionales, ecosistemas y comunidades empobrecidas; reconociendo la mayor vulnerabilidad de las mujeres, niñas, y nuevas generaciones; y a la migración climática como un desafío de justicia y derechos humanos".
Cuda: "Un trabajo comunitario"
"Las Iglesia Particulares del Sur Global, conscientes de que “nadie se salva solo” -como nos enseñó nuestro querido Papa Francisco-, han comenzado a construir puentes como expresión de la catolicidad que las constituye. Resultado de ese trabajo comunitario, es el documento conjunto que se presenta hoy al Papa y a la prensa, como anticipo de lo que se presentará en cinco meses en Belem, en el marco de la COP30. El mismo constituye un ejemplo concreto de esa práctica constructora de puentes, propia de la virtuosa capacidad de organización comunitaria que distingue a las Iglesias Católicas del Sur Global para superar: la parte, el conflicto, el espacio y la ideología", señaló en la presentación Emilce Cuya, secretaria de la PCAL.

"Como apóstoles misioneros de una Iglesia sinodal en salida iremos a la COP30 a construir esa paz en medio de esta guerra a pedazos contra la creación, donde mueren muchos y morirán aún más si no actuamos ya, como advierten los científicos de la ONU. Lo hacemos porque -como dice el Papa León-, la Iglesia “busca siempre estar cerca especialmente de aquellos que sufren”, apuntó una en su intervención, apostillando a nivel personal "la conmoción" que le produce los acontecimientos que se están viviendo en Gaza.
"No faltan voces negacionistas"
Por su parte, el cardenal Jaime Spengler quiso destacar la importancia de la prensa y los periodistas "porque nos pueden ayudar a que el mensaje y la preocupación de la Iglesia pueda llegar a todas partes, porque no faltan voces negacionistas" sobre los efectos del cambio climático.
"El documento que presentamos no es un gesto aislado. Es fruto de un proceso sinodal, de un discernimiento espiritual y comunitario entre las Iglesias hermanas del Sur Global" y contiene "los principales puntos de defensa, propuestas y denuncias de la Iglesia, de acuerdo con el Magisterio del Papa Francisco y del Papa León XIV, en relación con la crisis climática y los temas que se debaten en la COP30", con un "mensaje claro: no hay justicia climática sin conversión ecológica, y no hay conversión ecológica sin resistencia a las falsas soluciones".

"Desde el corazón de la Amazonía, escuchamos un clamor: ¿cómo podemos permitir que un mercado sin regulaciones éticas decida el destino de los ecosistemas más vitales del planeta? ¿Cómo podemos aceptar que la solución climática sea un negocio para unos pocos y un sacrificio para los pueblos indígenas, los afrodescendientes y las comunidades locales? Es urgente tomar conciencia de la necesidad de cambios en el estilo de vida, la producción y el consumo", clamó el purpurad portugués.
"Denunciamos el encubrimiento de intereses bajo nombres como 'capitalismo verde' y 'economía de transición', que perpetúan lógicas extractivas y tecnocráticas. Rechazamos la financiarización de la naturaleza, los mercados de carbono, los llamados “monocultivos energéticos” sin consulta previa, la reciente apertura de nuevos pozos petrolíferos, aún más grave en la Amazonía, y la minería abusiva en nombre de la sostenibilidad", prosiguió Spengler en su intervención.
"Aún es posible cambiar de rumbo"
"En cambio, abrazamos la feliz sobriedad de la que habló el Papa Francisco, inspirada en el “buen vivir” de los pueblos amazónicos" y, añadió, "desde la región que albergará la COP30, ofrecemos el compromiso eclesial de educar en ecología integral, acompañar a las comunidades que sufren y permanecer vigilantes con un Observatorio de Justicia Climática que será impulsado por la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y que promoverá, entre otros estudios, el monitoreo de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) a nivel nacional".
"Estamos convencidos de que la conversión ecológica no es una opción para los cristianos, sino una llamada del Evangelio, y creemos, con la esperanza pascual, que aún es posible cambiar de rumbo. Lo haremos con los pies en la tierra y el corazón en el Reino.

Filipe Neri Ferrão, cardenal de Goa (India), apuntó que "desde Asia, tierra de inmensa diversidad espiritual, cultural y ecológica, nos unimos al clamor mundial por una transformación que no sea solo técnica, sino también ética, profética y profundamente humana", remarcando que "nuestro mensaje de hoy no es diplomático, sino pastoral. Es un llamado a la conciencia ante un sistema que amenaza con devorar la creación, como si el planeta fuera una mercancía más".
"En Asia, millones de personas ya sufren los efectos devastadores del cambio climático: tifones, migración forzada, pérdida de islas, contaminación de ríos... Mientras tanto, avanzan falsas soluciones: megainfraestructuras, desplazamientos en busca de energías 'limpias' que no respetan la dignidad humana y minería desalmada en nombre de las baterías verdes", señaló el purpurado indio.
"Exigimos una financiación climática justa"
"Exigimos una financiación climática justa y accesible para las comunidades y organizaciones locales, incluidas las mujeres, que no genere más deuda, para garantizar la resiliencia en el Sur Global", expuso el cardenal Ferrão, pidiendo también "que se escuche la sabiduría ancestral de nuestras comunidades" y "detener la expansión de los combustibles fósiles".
"Los países ricos deben reconocer y pagar su deuda ecológica, sin seguir endeudando al Sur Global", demandó el cardenal asiático, haciendo votos para que "la COP30 no sea un evento más, sino un punto de inflexión moral".

Finalmente intervino, en nombre de las Iglesias del continente africano, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, quien denunció que aquella tierra ha sido "empobrecida por siglos de extractivismo, esclavitud y explotación. África no es un continente pobre; es un continente saqueado".
"Un clamor por la dignidad"
"Por eso, este documento que presentamos hoy, como reflexión compartida y un llamado a la acción en vísperas de la COP30, no es solo un análisis: es un clamor por la dignidad. Nosotros, los pastores del Sur Global, exigimos la justicia climática como un derecho humano y espiritual", clamó el purpurado africano.
"Exigimos una economía que no se base en el sacrificio de los pueblos africanos para enriquecer a otros. ¿Cómo podemos aceptar que, en nombre de la 'transición energética', comunidades enteras sean exterminadas en la búsqueda de litio, cobalto o níquel? ¿Cómo podemos tolerar que los mercados de carbono transformen nuestros bosques en activos financieros mientras nuestras comunidades siguen privadas de agua potable?", señaló Ambongo.
"Todos temen a Trump"
"¡Decimos basta, basta de falsas soluciones, basta de decisiones tomadas sin escuchar a quienes viven en primera línea del colapso climático!", expuso el cardenal –quien aludió a la forma de actuar de Donald Trump para mediar en los conflictos a cambio de quedarse con los minerales raros: "Todos temen a Trump", expresó.
Con este documento, remarcó el cardenal Ambongo, "proponemos una transformación que priorice el cuidado de la vida, la soberanía de los pueblos indígenas y rurales sobre sus territorios y la defensa activa de los derechos de las mujeres, los migrantes climáticos y las nuevas generaciones".

"África quiere vivir. África quiere respirar. África quiere contribuir a un futuro de justicia y paz para toda la humanidad. Y lo hará con su fe, su esperanza y su dignidad invencible. Gracias por escuchar esta voz que viene de los márgenes, pero que habla al corazón del mundo", concluyó Ambomgo su intervención, para ceder incluso su asiento al cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, quien quiso destacar que este documento es, diez años después de su publcación, "es una puesta en práctica del la encíclica Laudato Si, como nos pidió Francisco y el papa León XIV, sigue expresando.
En la rueda de prensa se preguntó por la posibilidad de que León XIV viaje a participar en la COP30, a lo que el cardenal Spengler contestó que el Celam, en su primer encuentro con él, le había había cursado una invitación oficial.
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