Bach, fantasía coral BWV 695



¡Feliz domingo! Bach siempre está con nosotros en los grandes acontecimientos del año... y también en los pequeños. Lo tenemos al empezar los meses y los años, al terminarlos, etc. Siempre podemos decir que hay una obra de Bach a mano cuando la necesitemos porque el maestro es capaz de introducirse en todos nuestros recovecos y yo diría que iluminarlos. Esto puede conseguirlo en grandes y famosas obras o en pequeñas y menos desconocidas como la de hoy.



De nuevo, un ratito en compañía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Creo que alguna vez te he comentado que en pequeño Bach fue bautizado en la iglesia de San Jorge de su localidad natal de Eisenach. En ella llegó a predicar Martín Lutero durante su reforma protestante por lo que puede considerarse una de las iglesias luteranas más antiguas. Sirvió también de iglesia de la corte y en ella se casó Isabel de Hungría que luego llegaría a ser santa. La música también estaba muy presente en ella ya que en su coro también cantó el joven Lutero y los Bach interpretaron su música dentro del templo, también con un magnífico órgano. Tiene también cinco campanas que ponen un poderoso sonido a su bella torre campanario. La más antigua se llama «domingo» y data de 1585; tiene impreso en ella un relieve con la figura de san Jorge, patrón del templo. Era una versión de otra más antigua que se remonta al siglo XIII. La más moderna data de 1960, con un diámetro de casi dos metros y un peso de más de tres toneladas.

Hoy seguimos su recorrido por su música de órgano con su Fantasia super «Christ lag in Todesbanden», BWV 695. La base es el himno pascual del mismo nombre y la obra empieza con una invención a dos partes en la que el dúo formado por la voz de soprano y el bajo se imitan. La melodía empieza a adornarse poco a poco y el coral aparece de pronto como una tercera voz intermedia casi a modo de voz que canta. La pieza así casi se convierte en una maravillosa aria, sonora y llena de sentido. Existe una versión, la BWV 695a, en la que la melodía aparece en el pedal, que sería la forma que más podríamos esperar aunque no parece ser una obra salida de las manos del propio maestro. En fin, una maravilla.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Andrea Marcon al órgano.

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