El cardenal de Rabat, descontento con que su nombre aparezca entre los 'papabili', aboga por un papa "inclusivo" Cardenal Romero: "Si a mí me gusta Francisco es porque es Evangelio puro, en vena"

Cardenal Cristóbal López
Cardenal Cristóbal López FLAMA

"Creo que necesitamos un papa que sea capaz de construir la unidad entre todos; es decir, un papa que sea inclusivo, que no sea excluyente de nada ni de nadie. Un papa que nos anime a caminar, porque la Iglesia es el pueblo de Dios que camina"

"La polarización es algo que tenemos que combatir. Tenemos que construir unidad, que no es lo mismo que uniformidad"

"El Concilio Vaticano II tuvo lugar hace 60 años, y cuando yo releo ahora algunos de los documentos que se aprobaron entonces se me cae la cara de vergüenza al ver que han pasado todos esos años y hay muchas cosas que todavía no las hemos tomado en consideración"

"Yo tengo que reconocer que he sintonizado completamente con todo lo que Francisco ha propuesto, con su manera de hacer, de decir y de actuar. Pero yo no soy 'francisquista'. Yo soy de Cristo, soy del Evangelio", señala el cardenal arzobispo de Rabat Cristóbal López Romero en vísperas del inicio -la próxima semana- del cónclave que habrá de elegir al sustituto de Jorge Mario Bergoglio, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años de edad.

Especial Papa Francisco y Cónclave

"Si a mí me gusta Francisco es porque es Evangelio puro, en vena. La cosa más grande que ha hecho Francisco es ayudarnos a conectar con las raíces del Evangelio, con el tronco, con toda la tradición de la Iglesia. Y por eso es válido, no porque sea de Francisco", precisa el purpurado salesiano, de 72 años de edad, y él mismo un posible candidato en las listas a suceder al difunto Pontífice argentino, quien en entrevista con El Confidencial, señala en broma que "más vale estar en las listas que en las tontas. Pero hablando en serio, no me gusta que salga mi nombre en esas listas, es algo que me sobrepasa totalmente".

"Creo que necesitamos un papa que sea capaz de construir la unidad entre todos; es decir, un papa que sea inclusivo, que no sea excluyente de nada ni de nadie. Un papa que nos anime a caminar, porque la Iglesia es el pueblo de Dios que camina, que marcha, la Iglesia no que se instala y que queda fija, somos peregrinos y tenemos que marchar, pero marchar juntos", señala el religioso salesiano.

"La tradición no es lo que se hacía en el siglo XIX"

También tiene que ser un papa, añade López Romero, "que nos conecte a Cristo desde la raíz, desde la fuente, y que nos haga beber del manantial. A mí Francisco me ha ayudado a conectar con el Evangelio y, al mismo tiempo, con la tradición. Porque ojo, la tradición no es lo que se hacía en el siglo XIX, sino en los siglos I, II, III, IV, V. Y lo más tradicional que hay es el Evangelio, que es la fuente de toda esa corriente. Necesitamos un papa que nos recuerde que esa marcha que hacemos juntos es siguiendo a Cristo hacia su reino, un horizonte que nunca se alcanza, porque mientras más vas hacia él, más se aleja. Nunca lo alcanzas, pero eso permite que no paremos nunca. Y, finalmente, creo que necesitamos un papa que abrace a toda la humanidad".

El papa Francisco hizo cardenal a Cristóbal López en el 2019
El papa Francisco hizo cardenal a Cristóbal López en el 2019 Vatican Media

"La polarización es algo que tenemos que combatir. Tenemos que construir unidad, que no es lo mismo que uniformidad", apunta también el cardenal andaluz que estuvo 20 años en Paraguay, remarcando que "tenemos que aceptar que somos diferentes y saber que esas diferencias no son un obstáculo sino un enriquecimiento, que tenemos que escucharnos y aceptarnos los unos a los otros".

"El mundo está muy polarizado y el peligro es que la Iglesia se asemeje al mundo político", advierte acto seguido, subrayando además que "esa polarización imbécil que rechaza lo que viene del otro sólo porque viene del otro no podemos permitir que entre en la Iglesia".

"La Iglesia no retrocede" 

Asegura el arzobispo de Rabat que "la Iglesia no retrocede". "O si retrocede lo hace sólo aparentemente, como el que hace un salto de altura o con pértiga y retrocede para coger impulso y saltar más lejos o más alto". En este sentido afirma que "los procesos que en estos últimos años ha emprendido la Iglesia, por no decir Francisco, están todavía necesitados de consolidación".

Cardenal Cristóbal López Romero
Cardenal Cristóbal López Romero

"La sinodalidad, por ejemplo, no ha hecho sino empezar, y hasta que eso se convierta en un estilo de vida y de organización de todas las comunidades cristianas, parroquias, diócesis, congregaciones, movimientos y demás tendrá que pasar mucho tiempo", señala.

Y este punto trae a colación el Concilio Vaticano II, que tuvo "lugar hace 60 años, y cuando yo releo ahora algunos de los documentos que se aprobaron entonces se me cae la cara de vergüenza al ver que han pasado todos esos años y hay muchas cosas que todavía no las hemos tomado en consideración. Aunque, por otro lado, me alegra mucho ver que algunas cosas que yo soñaba resulta que ya estaban en el Concilio Vaticano II".

Volver arriba