Bach, partita BWV 768

Bach, partita BWV 768

¡Feliz domingo! Seguimos caminando por estas obras finales del corpus organístico del maestro. Sí que son composiciones más largas, por lo que hay que sacar más tiempo para disfrutarlas; ni que decir tiene que merece la pena, y mucho ese tiempo. Además, son obras más cargadas de significación y de contrapunto y arte para componer, además de ser muy exigentes con el intérprete... Vamos, Bach en estado puro.

J. S. Bach

Vamos, por tanto, con algo sobre Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Supongo que alguna vez te habrá hablado de quiénes eran las personas más importantes en la vida del maestro además de su familia. Esto es, quiénes eran sus amigos. Entre ellos tenemos a Georg Erdmann, compañeros de escuela que fue con Bach a Lüneburg y que fueron amigos durante toda su vida. Precisamente allí conoció a no solo un amigo sino una gran influencia en cuando a música: el compositor Georg Böhm. Ni que decir tiene que Dieterich Buxtehude fue otro elemento importante en la vida de Bach, quien llegó a peregrinar a Lübeck para aprender de él y disfrutar de su música. Otro compositor, Georg Philipp Telemann, era un buen amigo y colega de Bach. Se llevaba bastante bien con príncipes y otros miembros de la corte, entre los que estaba el príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen. Este admiraba la música de Bach, le pagó muy bien por sus obras y le dio, mientras trabajaba para él, una gran libertad a la hora de componer y de interpretar; vamos, que fue un mecenas en toda regla.

Vamos con la obra de hoy. Se trata de la Partita coral sobre «Sei gegrüsset, Jesu gütig», BWV 768. Es un conjunto de variaciones sobre un coral luterano, quizá pensado para ser interpretado antes de que la congregación lo cantase. No se sabe exactamente cuándo fueron compuestas pero parece que hay acuerdo en que fue en su juventud (quizá también en Lüneburg). Comienza citando de forma clara el coral y luego variándolo de las más diversas y ricas formas. En cada una de esas variaciones usa una técnica distinta pero con el cantus firmus siempre perfectamente audible, a menudo en la voz superior. Termina de forma solemne con una textura a cinco voces, muy poderosa. Solo algunas variaciones requieren el uso del pedal, por lo que es posible que la obra también pudiese ser interpretada en el ámbito doméstico

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Martin Lücker al órgano Rieger de la iglesia de Santa Catalina de Fráncfort del Meno.

Volver arriba