¡Feliz domingo! Para este día del Corpus Christi te propongo una obra bachiana, la que toca según el orden del catálogo BWV que llevamos, que tiene más temática pentecostal pero da igual porque es una obra imponente, como todas las suyas. Es de una ternura increíble, que nos llega a emocionar, y tiene todo ese sabor y ese carácter que solo él sabía imprimir a sus obras. Un domingo más, nos vamos a maravillar con otra joya de este organista inmortal que fue Bach.

Por tanto, vamos a pasar un bonito rato en compañía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. A veces nos cuesta caer en la cuenta de que Bach se vio influido por otros compositores. Esto es obvio ya que Bach no salió de la nada sino que también fue producto de su tiempo. Entre los músicos que influyeron en él está, evidentemente, Dieterich Buxteude, a quien visitó para verle tocar el órgano y aprender de él. Se sabe que estudió también la «Missa sine nomine» de Palestrina. Bach también conoció personalmente a Georg Böhm, con quien incluso es posible que estudiase, por lo que ahí tenemos otra influencia. El los primeros preludios corales de «la vieja peluca» podemos apreciar influencias del italiano Girolamo Frescobaldi y Pergolesi también tuvo una influencia apreciable en las obras del maestro ya que Bach arregló su inmortal «Stabat Mater» en forma de parodia en su BWV 1083. Muchos italianos están presentes en la lista de personas que, desde el punto de vista musical, influyeron a la hora de que Bach formase su estilo de componer.

Vamos a disfrutar hoy de su Preludio Coral «Komm, Heiliger Geist», BWV 652. Forma parte de una colección que se ha venido a llamar «Dieciocho preludios corales», compuestos quizá entre 1740 y 1750, retomando obras que posiblemente compuso mientras estaba en Weimar. De toda la colección, la obra de hoy es la más larga. Destaca la mano derecha muy ornamentada lo que indica en uso de una melodía en otro teclado del órgano que cantase estos ornamentos. Esos ornamentos no es algo solo notacional sino que tienen toda la intención. De hecho, esos solos forman parte de una posterior exposición fugada y nos lleva a una increíble coda, plagada de aleluyas pascuales.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Vincent Warnier al órgano.