Celeste Aida



Es muy probable que hayas reconocido la obra que te traigo hoy, efectivamente de una ópera. Yo creo que si mencionamos la palabra "ópera" seguro que el compositor que nos viene a la mente es el que te presento hoy. Nos ha legado verdaderas joyas, de principio a fin, que siguen siendo un inmenso deleite para los que amamos el género, y creo que para el melómano en general. ¿Dispuesto a disfrutar?

Claro que sí, está con nosotros Giuseppe Verdi (1813-1901), compositor italiano nacido en Busseto. Se cuenta que cuando estaba componiendo su ópera "El trovador" recibió la visita de un crítico. Verdi le tocó el famoso coro del yunque y le preguntó al crítico qué le parecía. Este respondió que era basura para sus finos oídos. Verdi le tocó un fragmento del Requiem a ver qué tal; tampoco le agradó. Luego vino el aria para tenor "Di quella pira" y el crítico dijo que era horrorosa. Verdi se levantó del piano y casi abrazó al crítico sonriendo, que se preguntaba por qué había hecho tal cosa. El maestro le dijo: "Compongo música para las personas normales y no para puristas y clasicistas como usted. Ahora sé que si a usted no le gustan es porque en unos tres meses "El trovador" será un éxito aplaudido en todos los teatros de Italia".

Hoy no te traigo un fragmento de esta ópera sino de otra, de Aida. Fue estrenada en El Cairo el 24 de diciembre de 1871 y tiene libreto de Antonio Ghislanzoni. Narra cómo en el antiguo Egipto, en su capital, Memphis, una princesa etíope, Aida, es hecha prisionera pero esta miente sobre su identidad. Se convierte así en esclava de Amneris, la hija del rey egipcio. Un general, Radamés, se enamora secretamente de Aida, y esta de él. En el primer acto de la ópera (al comienzo de la misma) Radamés canta la famosa romanza titulada Celeste Aida. En ella medita cómo le gustaría ganar sobre las tropas pero también cómo le gustaría conseguir los favores de Aida de la que está locamente enamorado. Sin duda, una de las arias más famosas de la historia.

La partitura de la romanza puedes conseguirla aquí, en la página 9.

La pieza viene precedida de su correspondiente recitativo. La interpretación es de Mario Lanza (tenor) y la Orquesta de la RCA dirigida por Constantine Callinicos.

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