Eternidad

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¡Feliz martes! Seguimos andando por esta Pascua, un tiempo que nos promete una plenitud eterna debido a que Cristo ha vencido a la muerte. Vamos a escuchar una música que contiene toda la sabiduría de su compositor, un gran maestro inglés.

northampton

Nos visita hoy Edmund Rubbra (1901-1986), compositor inglés nacido en Northampton. Es uno de los compositores de la generación de entreguerras. Su madre le dio las primeras lecciones musicales y, a pesar de que con catorce años tuvo que buscarse un trabajo ajeno a la música, su afición por esta no lo abandonó nunca. En 1917 empezó a estudiarla de forma privada y finalmente pudo matricularse en el Royal College para estudiar con Gustav Holst. Se graduó y sus comienzos como compositor fueron algo convulsos, pero poco a poco comenzó a publicar su sinfonías y su carrera fue despegando. Empezar a trabajar para la universidad de Oxford le permitió una estabilidad y, en 1961, fue contratado por la Guildhall School, donde estuvo hasta la década de 1980.

Disfrutemos de su motete Eternitie, que pertenece a sus Cinco Motetes, op. 37. Es una obra temprana del compositor, publicada en 1934; de hecho, fue su primera composición para coro sin acompañamiento. El compositor en todo momento está atento al texto y a la textura que aportan las voces. Quizá su cercanía al texto se muestre en este motete más que en otro, en el que destacan de una forma impresionante las voces graves. La música se hace infinita como el texto de la misma y parece que flota en un éter musica, sencillo, pero a la vez exquisito.

La interpretación es de Voces Sacrae.

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