Himno de los Querubines



Dentro de los grandes nombres de la música Romántica está el compositor que está con nosotros hoy. Es muy conocido sobre todo por sus obras orquestales pero la de hoy es para coro. Se trata de una obra poderosa que seguro te encantará e insuflará aire fresco en tu alma. Siempre me repito en esto con la música coral porque pienso que es verdad... ¡compruébalo!

El maestro de hoy es el mismísimo Pyotr Ilyich Tchaikovsky (1840-1893), maestro ruso nacido en Kamsko-Votkinsk. Fue el primer compositor ruso que puede decirse que fue profesional de la música. Además es el primer gran músico ruso que integra en su obra la gran tradición sinfónica occidental. La obra de Tchaikovsky es amplamente personal, aunando las tradiciones de Beethoven y Schumann junto con la de Glinka, pasando por el tamiz psicológico en estilo de Liszt y Berlioz, sobre todo por su predilección por Shakespeare. Su estilo fue muy valorado fuera de Rusia pero dentro de ella estuvo tan "maltratado" que surgieron una gran cantidad de imitadores suyos que pusieron en riesgo el valor de su obra. Tchaikovsky es un maestro romántico que está en la cima de los compositores de esta época, con una música que consigue emocionarnos hasta casi el extremo.

Del maestro Tchaikovsky te ofrezco hoy su Himno de los Querubines para coro. Compuso tres himnos de este tipo y son obras sumamente extáticas. La obra es litúrgica ya que forma parte de las celebraciones ortodoxas rusas. El coro casi nos transporta al paraíso. Siguiendo la rica tradición coral rusa el coro progresa a lo largo de la obra con una escritura homofónica en la que las distintas graduaciones de intensidad y la acomodación de la música al texto se empastan perfectamente para producir una obra intensa, emocionante, luminosa y paradisíaca.

La interpretación es del Coro de Cámara del Ministerio de Cultura de la URSS dirigido por Valery Polyansky.

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