Madre del Redentor, salve

¡Feliz sábado! Para este día previo a la Nochebuena te traigo, como todos los sábados, música de contenido mariano. La pieza de hoy puede calificarse de, entre otras cosas, hipnótica. ¿Conoces alguna obra que la vas escuchando y poco a poco te va metiendo en un ritmo que te arrastra, te lleva con ella de forma implacable? Creo que esta de hoy es una de ellas. Tras escucharla uno (por lo menos yo) se queda con la boca abierta ante tal belleza que viene de la mano de una aparente simplicidad.

Josquin nos va a hacer disfrutar, en esta víspera del día de Nochebuena, de su antífona Alma Redemptoris Mater, propia para este tiempo; está compuesta a cuatro voces. Las dos voces intermedias realizan una paráfrasis del canto llano, al unísono pero separadas por dos breves, es decir, en canon. Curiosamente, la voz superior también canta de forma canónica con estas dos, interrelacionándose con ellas. Sin duda, es una obra muy estricta, con la que nos quedamos hipnotizados por ese intervalo inicial de las voces que se va repitiendo a modo de ostinato. En la segunda parte la polifonía se hace más libre, con una nueva relación ya que mientras unas voces ascienden otras descienden en un grado de inventiva que podemos calificar de genial.
La partitura de la pieza puedes conseguirla aquí.
La interpretación es del conjunto De Labyrinto.