Creo que el maestro que te traigo hoy es la primera vez que aparece por este blog. Aunque en ciertas ocasiones voy perdiendo la cuenta, aquí tengo mis dudas porque siendo como es organista es muy posible que ya haya antes estado por aquí. Pero da igual. Lo importante es disfrutar de su música, sobre todo si es tan impresionante como la de hoy.

Te presento a Alexandre Guilmant (1837-1911), compositor francés nacido en Boulogne-sur-Mer. Por encima de todo, Guilmant era un extraordinario organista de fama mundial. En 1871 fue convocado por la Iglesia de la Trinidad de París para tocar el órgano y ese puesto fue mantenido durante 30 años. Por cierto, que en esos teclados tocaría posteriormente durante 60 años Olivier Messiaen. Guilmant sucedió a Widor como profesor de órgano en el Conservatorio de París. Ambos nombres desarrollarían lo que hoy conocemos como órgano sinfónico francés. Viajó por todo el mundo y fue el primero de los organistas franceses importantes en viajar a lo largo de Estados Unidos danto conciertos. Fue un compositor muy prolífico, siendo la gran mayoría de sus piezas para órgano y religiosa para ser interpretadas en servicios religiosos.

Hoy te traigo una obra en la que interviene el órgano pero no solo. Se trata de la Troisième Messe Solennelle, op. 11, para coro y órgano. Fue compuesta en 1852 tiene una versión para orquesta sustituyendo al órgano. Guilmant hace un uso extraordinario de la masa coral, a la que casi también trata como si fuese un órgano. La obra es grandiosa de principio a fin, llena de ese espíritu romántico francés tan característico. Está dedicada a Pierre-Louis Parisi, obispo francés.

La interpretación es del Conjunto Vocal Cori Spezzati y Marie-Ange Leurent al órgano, todos dirigidos por Olivier Opdebeeck.

I. KYRIE


II. GLORIA


III. CREDO


IV. SANCTUS


V. AGNUS DEI