Quam pulchra es



Vamos a disfrutar hoy de una impresionante música de uno de los maestros que a mí personalmente me encantan. Espero que con la música que te he puesto aquí de él te pase lo mismo. Nuestra vista se va a centrar en el Barroco y los sonidos que nos van a venir de ahí estarán dedicado a la Virgen, que para eso es sábado. ¿Te apetece descubrir esta verdadera maravilla? ¡Me lo vas a agradecer!

Ese maestro aludido es Marc-Antoine Charpentier (1643-1704), compositor francés nacido en o cerca de París. Se comenta que Lully y Charpentier eran rivales, ya que eran contemporáneos; sin embargo no era así. Ciertamente, Lully lo dominaba todo en París, musicalmente hablando. Por ejemplo, en el manuscrito de "Le malade imaginaire" aparecen las correcciones que tuvo que hacer Charpentier para acogerse a las normas del otro maestro, pero este no se opuso a su interpretación en la corte. Es verdad que Lully se las arreglaba para deshacerse de algunos compositores, pero Charpentier no suponía una amenaza para él. Eran muy distintos: Lully el exuberante y desmedido y Charpentier el discreto, que deleita a un auditorio entendido pero que no era comprendido por el gran público. De Charpentier vamos a disfrutar hoy de bella música.

Charpentier le pone música a este sábado con su motete Quam pulchra es, H. 322. Está calificado como "motet de la Vierge pour toutes ses festees", es decir, que sirve para todas las fiestas marianas; y está compuesto para tres voces y continuo. El texto está tomado del libro bíblico del Cantar de los Cantares (Cant 4, 1). Una cosa que llama la atención es la pronunciación, que es tal cual se decía el latín en Francia en aquella época. Este motete fue compuesto para la Abadía de Port-Royal. Era un convento de monjas, de ahí que las voces usadas sean exclusivamente femeninas. La abadía estaba relacionada con el movimiento jansenista y desde allí le encargaron diversas obras a Charpentier. Como esta, muy directa y sencilla, pero llena de religiosidad y de devoción a la Virgen.

La interpretación es de Les Demoiselles de Saint-Cyr dirigido por Emmanuel Mandrin.

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