Salmo 103



En la historia de la música siempre ha habido familias de músicos de una gran calidad, cuya música nos ha llegado hasta nuestros días. Hoy vamos a dedicarle un buen rato a uno de los miembros de una de ellas. No es la de los Bach o alguna conocida pero la música va a merecer mucho la pena. Del hijo ya te he traído una obra alguna vez, y hoy vamos a hacerlo con el padre. ¿Te apetece?

Hoy te presento a Alfonso Ferrabosco, el padre (1543-1588), maestro italiano bautizado el Bolonia. En realidad, su padre, Domenico Maria, también era músico. Parece ser que marchó a Roma pero su carrera no tuvo éxito allí ya que se prohibió que los casados formasen parte de la Capilla Sixtina. En 1562 tenemos a Ferrabosco en Inglaterra componiendo música para la reina pero regresó a Roma, aunque parte de su alma había quedado en las islas. Consiguió volver y se puso al servicio de la reina como compositor. Era tenido en una gran estima como compositor e instrumentista, cosa que dejó claro durante su carrera francesa. Parece ser que también era laudista (quizá también tocase la bandora). Sin embargo, nunca fue considerado laudista de la reina, quizá porque sus interpretaciones se reducían a un ámbito privado. Su hijo, también llamado Alfonso, también fue un gran músico. Puedes disfrutar de una de sus obras haciendo clic aquí

De Ferrabosco vamos a escuchar hoy una obra amplia, su Salmo 103. En la música de Ferrabosco se aprecian los rastros de Tallis y Byrd y vemos cómo su música es italiana pero enclavada en Inglaterra. El maestro presta mucha atención a la claridad de texturas, cosa que consigue incluso en los pasajes más complejos. Nos muestra una técnica muy pulimentada consiguiendo audacias armónicas que algunas veces nos pasan casi desapercibidas. Una obra impresionante.

La interpretación es del conjunto Huelgas Ensemble dirigido por Paul van Nevel.

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