Schelomo

La música para chelo tiene un encanto especial, que nos cautiva. El instrumento se ha comparado (afortunadamente creo) con la voz humana debido a su calidez. El maestro de hoy explota esto al máximo en esta obra que seguro has reconocido porque es de las más conocida de su compositor. ¿Te apetece disfrutar de ella? ¡Cuidado que engancha!

Dicha composición es, como dice el título del post, Schelomo, subtitulada "rapsodia hebrea". Fue compuesta entre 1915 y 1916 y cierra el ciclo "hebreo" de Bloch. La palabra "Schelomo" es la forma hebrea de "Salomón" (en transliteración alemana). Empezó siendo una obra para voz y orquesta pero el compositor vio que como mejor expresaba sus ideas era mediante el violonchelo, cuya voz trasciende todos los idiomas. Eligió ese título basándose en su lectora del libro del Eclesiastés (cuya autoría se ha atribuido siempre a Salomón). La voz del chelo y la de la orquesta se entremezclan en una compleja textura, a veces haciéndose eco una de la otra. La obra empieza con una escalofriantemente bella lamentación que va transformándose en danza que termina luego en el pesimismo tamizado por la esperanza y la luz. Una obra que marca cuando se escucha.
La partitura de la obra puedes disfrutarla aquí.
La interpretación es de Mstislav Rostropovich (violonchelo) y la Orquesta Nacional de Francia dirigida por Leonard Bernstein.