"Ciertamente, será el Papa de la continuidad y continuará las grandes opciones eclesiales" Paulo Gabriel: "León XIV es un gran admirador de Casaldáliga y de Romero, Helder Cámara, Proaño o Larraín"

"Prevost, ahora León XIV, es un hermano muy querido de todos nosotros, muy admirado y respetado por todos. Es un agustino en el verdadero sentido de la palabra: fraterno, espiritual y comprometido"
"Prevost siempre fue un verdadero hermano, discreto, abierto, próximo, con corazón misionero. Es un hombre sensible, escucha mucho, equilibrado, busca en el diálogo puntos de encuentro, conciliador y firme en las decisiones"
"Tenderá puentes, para que la iglesia camine en lo posible unida, teniendo cuidado de los que van más atrás o tienen otras visiones eclesiales"
"Es sencillo y próximo del pueblo. Es un hombre de equipo y de una espiritualidad profunda"
"Tenderá puentes, para que la iglesia camine en lo posible unida, teniendo cuidado de los que van más atrás o tienen otras visiones eclesiales"
"Es sencillo y próximo del pueblo. Es un hombre de equipo y de una espiritualidad profunda"
Paulo Gabriel López Blanco (Zamora, 1950) vivió con Pedro Casaldáliga y, a su lado, soñó y experimentó la 'caminhada'. Misionero entregado y excelente poeta, fue, durante 20 años, secretario y amigo del obispo-profeta do Araguaia, Paulo asegura que "León XIV es un gran admirador de Casaldáliga y de Romero, Helder Cámara, Proaño o Larraín" y "ciertamente, será el Papa de la continuidad y continuará las grandes opciones eclesiales".
Eso sí, según Paulo, lo hará aplicando en la Iglesia el carisma agustino (como hizo Francisco con el carisma jesuita) y, por eso, "tenderá puentes, para que la iglesia camine en lo posible unida, teniendo cuidado de los que van más atrás o tienen otras visiones eclesiales".

¿Qué sintió, cuando se enteró de que el nuevo Papa era monseñor Prevost, su compañero agustino?
Evidentemente, fue una sorpresa enorme y una alegría profunda. Su nombre aparecía entre los papables, pero muy discretamente. Prevost, ahora León XIV, es un hermano muy querido de todos nosotros, muy admirado y respetado por todos. Es un agustino en el verdadero sentido de la palabra: fraterno, espiritual y comprometido.
¿Coincidió con él en algunas ocasiones?
Sí, nos encontramos varias veces. Los agustinos en Latinoamérica tenemos nuestra propia Organización de los Agustinos Latinoamericanos (OALA), y hay varias comisiones de formación, de gobierno, de justicia y paz, de misiones. Coincidimos en varios de esos encuentros. Durante años, tuvimos el noviciado común en Brasil, y él venía a Brasil, trayendo sus novicios de Chulucanas, y se quedaba con nosotros varios días, siempre próximo, servidor, amigo. Yo participé en el capítulo general de 2001, donde fue elegido prior general o general de la orden. También estuve con él en su ordenación episcopal en Chiclayo, en 2014. La última vez que nos encontramos fue en Nigeria, en el capítulo general intermedio de la orden, en 2018.

¿Cómo le definiría como persona y como sacerdote?
Prevost siempre fue un verdadero hermano, discreto, abierto, próximo, con corazón misionero. Es un hombre sensible, escucha mucho, equilibrado, busca en el diálogo puntos de encuentro, conciliador y firme en las decisiones. Un sacerdote que junto con otros compañeros de la provincia agustiniana de Chicago asumieron en el Perú, en Chulucanas concretamente, una misión. Tanto él como los otros religiosos crearon un nuevo modelo de parroquia, sintonizados con las opciones religiosas. Tiene asumidas las opciones del Vaticano II y de las conferencias episcopales latinoamericanas. Tiene corazón misionero. Es sencillo y próximo del pueblo. Es un hombre de equipo y de una espiritualidad profunda.
¿Será el Papa de la continuidad con sello propio?
Ciertamente, será el Papa de la continuidad. Fue Francisco quien lo nombró obispo y lo llevó a Roma. Continuará las grandes opciones eclesiales. Plasmar el Vaticano II es lo que Francisco hizo con su estilo propio y muy especial. León XIV será abierto en lo social, ya lo dijo el primer día y el nombre indica eso. Y hará lo posible, a mi entender, para mantener la unidad dentro de la iglesia. Su carácter tranquilo y reservado no asustará tanto a los que lo han elegido.

Es un hombre de Iglesia. Firme y abierto en las causas sociales, la justicia, la paz, la integridad de la creación (ya habló de la inteligencia artificial) y las grandes causas. Tenderá puentes, para que la iglesia camine en lo posible unida, teniendo cuidado de los que van más atrás o tienen otras visiones eclesiales.
¿Subrayará ideas de San Agustín y del carisma agustino, como hizo Francisco con el jesuita?
Ciertamente, como agustino, está marcado por nuestra espiritualidad y nuestro estilo de vida. Nuestra espiritualidad se centra en la búsqueda de Dios a través de la interioridad, la vida fraterna en comunidad y el servicio a la Iglesia y a la humanidad. Desde el primer momento, él dejó claro que es agustino y nuestra regla empieza diciendo: Lo primero por lo que se han unido en comunidad es para tener una sola alma y un solo corazón en la búsqueda de Dios. Ciertamente, está marcado por nuestra espiritualidad y transmitirá rasgos de esa espiritualidad a la Iglesia.
Suele decir usted que el Papa es un "gran admirador" de Casaldáliga. ¿Tanto como para iniciar su proceso hacia la declaración de santidad, como acaba de hacer con Labaka o Arango?
Como religioso y trabajando en el Perú, en sintonía con la Iglesia latinoamericana, ciertamente conoció y admiró a los grandes pastores de nuestro continente: San Oscar Romero, Helder Cámara, Proaño, Larraín y tantos otros. Entre ellos, Pedro Casaldáliga también. Yo viví 20 años con Pedro, pero no tengo certeza si Prevost, cuando vino a Brasil, llegó hasta Sao Félix do Araguaia. Pero ciertamente conocía su trabajo, porque conocía nuestro trabajo con Pedro. Incluso en 2013, en el capítulo general en Roma, Francisco nos recibió y cuando yo le conté que vivía con Pedro Casaldáliga, Francisco me dijo: “Dígale de mi parte que lo admiro mucho". Y Robert Prevost, en la época general, aprobaba y admiraba nuestra presencia en la prelatura de Sao Félix do Araguaia, donde abrimos una misión en 1980.

¿Qué le pide al Espíritu Santo para el nuevo Papa?
Pido al Espíritu Santo que sea un hombre de Dios en el mejor sentido de la palabra: Místico con los pies en el suelo, contemplativo en la acción, profeta; un hombre seguidor de Jesús, pobre, humilde; un hombre que esté abierto a las grandes causas de la humanidad, que anime a todos sin excluir a nadie; un hombre que fomente una Iglesia sinodal de puertas abiertas; un hombre que llame a la esperanza. Creo que esto es lo más importante hoy, que, siendo un hombre abierto al mundo actual, transpire y respire las opciones de Jesús de Nazaret.
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