Toño Casado relata su experiencia en el Jubileo de Jóvenes Crónicas de Roma, con arte

Toño Casado, en San Pedro
Toño Casado, en San Pedro

"A corta distancia el Papa León es un tipo pequeñito pero fuerte, tímido y exquisitamente educado"

"El pueblo que canta unido para Dios posee una fuerza espiritual incomparable. Desde clásicos como Haendel, Gabarain y Taizé, pasando por Brotes de Olivo, Kairoi, Nico, Luis Alfredo, y los actuales como Hakuna, resonaron entre las columnas acompañados por la Orquesta del Conservatorio de la ciudad de Aquila que dirigía el gran maestro Leonardo de Amicis. Yo mismo introduje algunos de mis cantos más clásicos e incluso estrené un Gloria"

El Jubileo de los jóvenes ha sido un precioso faro de esperanza para este mundo tan herido y polarizado. Ojalá que se escuche el mensaje del Papa, lleno de profundidad y sentido común. Que esta Iglesia querida nuestra se centre en lo esencial, aparcando discusiones secundarias, y llevando curación y perdón a todos. Todos, todos...

Diseñar el repertorio musical para el encuentro de españoles en la Plaza de San pedro era todo un reto para mí. Desde el principio tuve claro que tenían que ser canciones en las que primase la participación, que todo el mundo las pudiese cantar. El pueblo que canta unido para Dios posee una fuerza espiritual incomparable. Desde clásicos como Haendel, Gabarain y Taizé, pasando por Brotes de Olivo, Kairoi, Nico, Luis Alfredo, y los actuales como Hakuna, resonaron entre las columnas acompañados por la Orquesta del Conservatorio de la ciudad de Aquila que dirigía el gran maestro Leonardo de Amicis. Yo mismo introduje algunos de mis cantos más clásicos e incluso estrené un Gloria. Supongo que mis padres y abuelos desde el cielo y mis hermanos y amigos y parroquianos desde la tierra, se sentirían orgullosos de mí, un simple curartista de Pizarrales, el hijo de la Pili, la de las piscinas..

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Los arreglos orquestales los diseñamos en España, por el Maestro venezolano José Luis Colmenares, que combinó elegancia y ciertos toques latinos que aportaron frescura y solemnidad para este momento único: 35 mil españoles vestidos de verde fosforito unidos a sus obispos en esa Plaza atravesada por los siglos y la fe de millones de personas del mundo entero. Con un pequeño coro de viejos amigos cantantes y unos cuantos jóvenes peregrinos intentamos animar esta tarde única que quedara para siempre en nuestro corazón. 

El 'coro' de Toño Casado
El 'coro' de Toño Casado

Lo de la Salve Rociera  también lo pensé mucho. Por mi experiencia en encuentros juveniles en el extranjero he constatado que todos los españoles, seamos o no del sur o hayamos ido al Rocío o no, cantamos esa canción con pasión y orgullo. Y aunque solo dos personas del coro eran andaluces, intentamos contribuir a ese momento para nuestra Madre de Dios, de Jesús, Pastora y de los Desamparados, Monserrat y Santina, del Carmen y Auxiliadora, Virgen del Pilar que vino a nuestra tierra a darnos esperanza y alegría, en ese primer año jubilar de nuestra historia como creyentes y españoles. Me alegro de que se cantase y de que les gustase, y como no, era un sencillo homenaje a la fe popular de rocieros y españoles marianos en general... Les pido una oración a los rocieros por mí, allá con la Blanca Paloma.

La organización también me propuso el gran reto de coreografiar las lecturas de la Palabra de Dios en los momentos previos a la Eucaristía. Y digo reto y eran unos cuantos.

Miles  de jóvenes españoles  en Roma
Miles de jóvenes españoles en Roma

Por un lado conté con el joven y animado coreógrafo Ismael Olivas que dirige una compañía clásica con muchos niños y chavales. Aunque no habíamos trabajado juntos, tenía la certeza de que, por su curriculum artístico y su profunda dimensión religiosa, seríamos capaces de construir algo bello. Logramos encontrar bailarines entre los peregrinos y en una tarde-noche superaprovechada fueron capaces de crear un coreografías elegantísimas que ayudaban a comprender y entender el mensaje de la Palabra de Dios. Hasta sentados  en la escalinata o rezando parecían bellas estatuas griegas. El arte nos ayuda a encontrarnos con Dios y a expresar nuestra fe. Música, poesía, teatro, pintura, escultura, cine y por qué no, danza, pueden ser maravillosos caminos y puentes de nuestra dimensión religiosa cristiana. Todo ello con arte, con sabiduría y con técnica. Bastaba observar nuestro entorno en la columnata de Bernini. Ojalá la iglesia vuelva a ser la gran mecenas del arte que ha sido durante siglos.

Raúl Tinajero, en Roma
Raúl Tinajero, en Roma

Raúl Tinajero es un cura toledano incombustible, que junto a su fiel equipo, organizó todo con pasión y esfuerzo. Muchos años de trabajo de este sacerdote infatigable, curtido en montones de encuentros complicadísimos con tropecientas miles de personas, cada uno con sus peculiaridades, que en la Iglesia somos variados y a veces difíciles, y con montones de imprevistos que superar. Con curas así, entregados e ilusionados, la Iglesia seguirá siendo alegre y expansiva.

Tuve la suerte de compartir residencia con los obispos. Era un ambiente cordial, sencillo; muy contentos de estar con sus chicos, todo el día corriendo de acá para allá para compartir el mayor tiempo posible. Algunos de ellos incluso viajaron en autocar con los chavales, e incluso descubrí que hubo uno que saco en ristre se quedó a dormir al raso en Tor Vergata, como un pastor que se queda con sus ovejas de Zaragoza. Ya le dije que no podrá hacer un sermón mejor en su vida.

La Vigilia y la misa, con el coro y la orquesta de Frisina a mi lado, pues toda una experiencia. Canciones que se hacen populares, música que nos eleva a Dios, clásica o con coreografías, con órgano y también con batería...

A corta distancia el Papa León es un tipo pequeñito pero fuerte, tímido y exquisitamente educado, que subía y bajaba las escaleras infinitas esas de Tor Vergata con tanta fortaleza como humildad. Juan Pablo II poseía una fuerza dramática impresionante, incluso en aquella ocasión en que estuvo en este lugar, ya anciano pero con un magnetismo que era un auténtico volcán venido del este. El Papa Francisco era un excelente comunicador, y cada frase o gesto era carne de titular. Prevost se mueve más en la línea de Benedicto XVI, que hizo de la vigilia un pausado espacio de oración donde Jesús era el gran protagonista. El Papa y los chicos sentados a su alrededor en el presbiterio o rezando, sin casi aplausos, con su sonrisa tierna y sus mensajes cálidos, profundos y sencillos.

El Jubileo de los jóvenes ha sido un precioso faro de esperanza para este mundo tan herido y polarizado. Ojalá que se escuche el mensaje del Papa, lleno de profundidad y sentido común. Que esta Iglesia querida nuestra se centre en lo esencial, aparcando discusiones secundarias, y llevando curación y perdón a todos. Todos, todos...

Yo cierro los ojos y sigo viendo las columnas de Bernini mientras resuena en el aire del mundo "Dios te salve María, del Rocío Señora...". Y le doy tantas gracias a Dios que me permitió estar allí, recordando al niño que fui.

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