Sumando nuestro gozo al de esta fiesta



¡Feliz lunes! Comienza otra semana pero termina el mes de julio. Espero que hayas pasado buenas vacaciones o que las disfrutes si estás a punto de empezarlas. Hoy, además, es el día de san Ignacio de Loyola. Para los que nos movemos gracias a la espiritualidad ignaciana es un día festivo y alegre, y de dar gracias a Dios por las enseñanzas y el legado de Ignacio. Voy a hacerlo aquí en lo que nos toca, escuchando música. Vamos a darle la bienvenida a un nuevo maestro que nos visita.

Se trata de Domenico Zipoli (1688-1726), compositor italiano nacido en Prato. Lo traigo hoy porque entró en la orden jesuita en 1716 y en esa orden trabajó hasta su muerte. Es de los pocos compositores a los que los musicólogos han encontrado interesante, tras marcharse a Argentina a una misión de la Compañía. En Nápoles estudió con Alessandro Scarlatti y en Roma con Bernardo Pasquini. En Córdoba (Argentina) tocó el órgano hasta su fallecimiento, muerte que le sorprendió sin lograr ser ordenado sacerdote. En Sudamérica era el organista más famoso de su época y posiblemente también el compositor más reconocido. Compuso obras antes de trasladarse al Nuevo Mundo pero se han perdido. De su trabajo allí se conserva un gran volumen de obras para teclado. También escribió obras religiosas que se interpretaron durante muchas décadas tras su muerte.

Zipoli va a poner música a este día de San Ignacio con su Sacris Solemniis, escrito para solistas, coro y orquesta. La obra está compuesta en un estilo claramente operístico. Se encuentra en los archivos de Chiquitos y es una muestra de ese estilo típicamente italiano pero que en este caso tiene también un cierto tamiz latinoamericano. En este himno (una parte de otro mayor llamado Panis angelicus) se alternan coro y solistas, muy al gusto de la época. La escritura es virtuosa en todos los aspectos, no solo para las voces sino también para los solistas, que ejecutan bellas agilidades.

La interpretación es del Coro de Niños Cantores de Córdoba, Affetti Musicali de Bueno Aires y el Ensemble Elyma dirigidos por Gabriel Garrido.

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