Syrinx



Seguro que el título de la pieza ya te ha indicado de quién te voy a hablar hoy, ya que es una de las grandes obras del maestro de hoy; aunque se trata de una pieza cortita, pero deliciosa. Que sea para un tipo de instrumento a solo la hace aún más atractiva y el corto tiempo que dura seguro que se te pasa en un suspiro...

Habrás adivinado que voy a traerte algo de música de Claude Debussy (1862-1918), maestro francés nacido en Saint-Germaine-en-Laye. Puede decirse que es la figura predominante en la transición del final del romanticismo al siglo XX. Su obra "La mar" lo consagró como uno de los compositores más grandes de su tiempo. La música de Debussy se ha calificado como "impresionista", por comparación con el término pictórico aunque al maestro no le gustaba el término. Ciertamente comparte muchos rasgos: contornos vagos y difusos, colores exóticos, armonías sensuales, métrica variable, ambigüedad tonal... Todas esas características y varias más hacen de su música algo realmente cautivador y excitante. Escuchar la obra de Debussy es toda una experiencia para los sentidos.

Una de sus obras más conocidas, para flauta sola, es Syrinx. Es muy bella y no requiere de grandes habilidades técnicas para el flautista. Fue compuesta en 1913 y está considerada como una obra capital en el desarrollo de la flauta en el siglo XX. Fue dedicada a Louis Fleury y fue concebida para que esta la tocara en un intermedio de uno de los ballets del maestro. En ella se describe cómo el dios Pan persigue incansablemente a la ninfa Syrinx, de quien está enamorado. Ella no le corresponde y se esconde entre unos juntos, bajo el agua; el dios, apesadumbrado, decide cortar esos juntos para hacerse una flauta, matando así a su amada.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Emmanuel Pahud a la flauta.

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