La luz de los ojos

¡Feliz martes! Comienza el mes de agosto y musicalmente quisiera hacerlo con una obra bastante impresionante, breve pero difícil de escuchar y quizá de entender. Aunque su compositor murió en 1945 me resisto a no calificarlo como contemporáneo porque su música me parece siempre que es tan avanzada como si ababase de ser compuesta. No le tengas miedo a la música de nuestra era. Hay que tener paciencia con ella y escucharla mucho, pero lo que obtendremos de ella merece la pena.

Hoy quiero traerte su pieza titulada Das Augenlicht, op. 26. Se basa en un poema de Hildegard Joe y fue compuesta para coro y pequeña orquesta; fue compuesta en 1935. Comienza de forma agitada y poco a poco va serenándose. Como es habitual en la obra de Webern, la orquesta está elegida de forma cuidadosa, con instrumentos raros como el saxofón y la mandolina. La armonía es principalmente atonal. Nos trae muchos efectos expresivos, tanto mediante la voz como gracias a los cambios de instrumentación. En ciertos momentos el compositor se dedica a la voz, con gran sensibilidad y dramatismo; en otros, parece que deja la voz a un lado y presta atención a la orquesta, con momentos sublimes. Una verdadera filigrana musical.
La instrumentación es coro, flauta, oboe, clarinete en si bemol, saxofón alto, trompa, trompeta, trombón, dos percusionistas, arpa, celesta, mandolina y cuerdas sin contrabajos.
La partitura puedes descargarla aquí.
La interpretación es de los BBC Singers y la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Pierre Boulez.