Estoy perdido para el mundo

¡Feliz lunes! ¡Y también feliz semana! Ya estamos casi a mediados del mes de noviembre y espero que todo este yendo con tranquilidad, sin demasiado sobresaltos. La obra que te traigo hoy, de título tan desgarrador, es no menos desgarradora porque tiene una profundidad especial. Casi toda la obra de su compositor la tiene ya que, además de por circunstancias vitales, consiguió una especie de comunión entre naturaleza, vida y música que le han llevado a alcanzar muy altas cotas de Arte.

No es una de sus sinfonías lo que vamos a escuchar hoy sino uno de sus Rückert-Lieder; concretamente es el tercero de ellos, titulado Ich bin der Welt abhanden gekommen. La colección se llama así porque los textos de los poemas son de Friedrich Rückert. Fueron estrenados en 1905 y en realidad la obra no es un ciclo porque no guardan relación entre sí. De hecho, ni siquiera suelen interpretarse en el mismo orden. La canción de hoy probablemente es la mejor de entre todas las compuestas por Mahler. Está llena de armonías posrománticas y de ese Mahler genuino. El solo de violín nos recuerda a ese otro ciclo, los «Kindertotenlieder», más o menos contemporáneos. La canción, a pesar de su título y su temática, no está llena de angustia sino de serena resignación que, gracias a la peculiar orquestación, consigue emocionarnos.
La partitura de la obra puedes conseguirla aquí (página 15).
La interpretación es de Magdalena Kožena (mezzosoprano) y la Orquesta del Festival de Lucerna dirigida por Claudio Abbado.