María-José PEÑA: Lo que ocurre en Cataluña
Finalmente, lo que ocurre en Cataluña es que se reclama la libertad para delinquir, se cree tener derecho a ello y a la impunidad al hacerlo. Y lo que ocurre en España es que nadie acaba con esto.
| Edit. Salvador GARCÍA BARDÓN

.
Pues lo que ocurre en Cataluña es que miles de personas se echaron a la calle para protestar por la detención de nueve independentistas vinculados a los Comités de Defensa de la República detenidos ayer por la Guardia Civil. La operación era debida a una investigación dirigida por un Juez de la Audiencia Nacional, investigación llevada a cabo durante bastante tiempo. A los detenidos el Fiscal les acusa de preparar acciones terroristas.
Esta acción en cualquier lugar daría lugar entre la ciudadanía a una sensación de alivio por el peligro conjurado y de agradecimiento a quienes lo han impedido pues en su manos está la vigilancia de nuestra seguridad. La de todos.
Pues aquí no es eso lo que ocurre.
Lo que ocurre en Cataluña es que los presuntos terroristas detenidos son defendidos por miles de personas que han sido adoctrinadas en el odio a España y a lo español durante décadas, que vociferan consignas separatistas, y que absuelven ya, sin más trámite, a los detenidos destruyendo la labor de la Guardia Civil, de la Judicatura, de la Ley.
Lo que ocurre en Cataluña es que esas miles de personas acostumbradas a ver cómo desde el poder autonómico de ofende al Rey, de desoye al Tribunal Constitucional, se incumplen las Sentencias de otros Tribunales, se adoctrina en la escuela, se quema la bandera española, se pita el himno nacional, se expulsa al español de la vida social, lengua que usa más de media Cataluña, se prende fuego en la TV oficial autonómica a la Constitución, se humilla a la Guardia Civil… acostumbradas a todo ello, no pueden ya entender que preparar acciones terroristas contra alguna institución de España, contra los defensores de ésta o contra los propios españoles, no sea parte de sus derechos y no les resulte gratis.
Lo que ocurre en Cataluña es que esos miles de personas no sólo fueron adoctrinadas en la escuela contra España y lo español, sino que se ven espoleadas en sus pretensiones de rechazo de la Ley, imposición de ideas y exclusión de oponentes por la máxima autoridad autonómica: “apreteu, apreteu”.
Lo que ocurre en Cataluña es que esos miles de sublevados contra la Ley y los derechos de los demás, se ven acompañadas en su delirio por representantes en el Congreso de los Diputados y por representantes de Partidos políticos autonómicos. Y hoy, además, por una maniobra delirante de la máxima autoridad autonómica: pedir explicaciones sobre el asunto al Jefe de Gobierno en funciones. Que se atreva a ello no sólo explica el propio delirio, sino que explica también por qué este Jefe de Gobierno lleva en funciones toda su Jefatura.
Lo que ocurre en Cataluña es que sucesivos e inoperantes Gobiernos han dejado que esto se pudra, que se haya convertido en un Estado rebelde con subvención económica. Eso es lo que ocurre en Cataluña, que se ha permitido que se envenene a media Cataluña contra la otra media. Que se han destruido los valores democráticos, el respeto a la Ley, la libertad e igualdad entre españoles.
Y, finalmente, lo que ocurre en Cataluña es que se reclama la libertad para delinquir, se cree tener derecho a ello y a la impunidad al hacerlo.
Y lo que ocurre en España es que nadie acaba con esto. Y por ello nadie debería extrañarse de que hayamos llegado hasta aquí, porque cuando unos llevan años tolerándolo todo, no es de extrañar que los otros crean tener derecho a ello.
Acabar con esto, si alguien se pone a ello, va a ser largo, doloroso y dificilísimo; algo de muchos, muchísimos años. Hay que desandar el camino que nos llevó hasta aquí. Con decisión. Y eso hay que reclamarlo ya, exigirlo ya, y ponerse a ello ya. El 10N es quizá la última oportunidad. No deberíamos dejar que el 11N sea tarde.
La única solución es que en España haya un gobierno fuerte de partidos constitucionalistas con voluntad de cortar ya toda esta locura.
Por ello es importante que en el resto de España las personas voten con sensatez y responsabilidad.