(Carmen Bellver).- Nos reímos de todo. Es el humor inteligente. Como en las viñetas de Cortés los ninots son caricaturas con volumen y representan la imagen distorsionada de aquello que se quiere ridiculizar. En la falla caben todos, políticos, artistas, atletas o simplemente figuras destacadas de la tertulia rosa y ácida que da tanto juego. Qué podemos decir tras un largo año de acontecimientos. Seguramente que Rouco seguiría llevando la estrella del sheriff, con sus dos pistolas de agua bendita, rociando a los curas de Entrevías y a la cruz de la Jornada Mundial de la Juventud.
La otra escena la representa nuestro flamante arzobispo de Barcelona con su cura paga abortos, le guiñaría un ojo exclamando que esas cosas nunca se deben dar a conocer al público. Y el padre Manel, socarrón le presentaría a su amiga íntima, sin derecho a roce. O eso dice él, convencido de que lo importante es su labor con los marginados y no lo que haga o deje de hacer. Saldrían todos en esa falla eclesial que estamos imaginando.
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