Cheste aún los conserva Las sargas cuaresmales, monumentos de Jueves Santo desde el siglo XVI

Las sargas de Cheste
Las sargas de Cheste

Grandes telones de cáñamo pintados al temple sin ninguna preparación que decoraban los altares los días de Jueves y Viernes Santo conformando los Monumentos.

Es  una vieja tradición de las iglesias de España, Francia e Italia, ya casi desaparecida. 

Esta técnica ya se utilizaba en Egipto 3.500 años antes de cristo, la cual pasó posteriormente a la Roma clásica, siendo en el Barroco cuando recreció.

Las Sargas Cuaresmales de Cheste, que datan de 1850, son un conjunto de cuatro pinturas de 160 m², realizada al temple sobre lienzo, telones que simulan una gran perspectiva arquitectónica: dos lienzos laterales con hileras de columnas, el central grande con el Arco de Triunfo con armas cristianas, ángeles y sacerdotes, y otro central más reducido posterior perspectiva con símbolos eucarísticos y de la Santa Faz.

Llegado el Jueves Santo era costumbre antiquísima en Cheste, al menos desde el siglo XVI, convertir el altar mayor de su hermosa iglesia –declara Bien de Interés Cultural en 2004- en el Templo de Jerusalén, que servirá de «monumento-sepulcro» donde las Sagradas Formas permanecerán bajo llave hasta el Viernes Santo. De hecho, todos los monumentos que se hace en esta celebración de Jueves Santo imitan de algun a manera la idea de los altares especialmente engalanados distintos a los ordinarios.

Se trata de cuatro telones de sarga o tela de saco o arpillera, inmensos —160 metros cuadrados— con una extraordinaria perspectiva de profundidad, que reproducen bellas columnatas y arcos pictóricos, escenografía que ha merecido la atención de tesis doctorales y restauración, gracias al empeño de un sacerdote culto, además de santo, José Moreno Just, recientemente fallecido, quien durante más de 30 años rigió con gran empeño la parroquia del lugar, san Lucas Evangelista.

La pintura al temple está aplicada directamente sobre la tela de cáñamo, sin ninguna preparación, razón por la que se le denomina sargas. Esta técnica ya se utilizaba en Egipto 3.500 años antes de cristo, la cual pasó posteriormente a la Roma clásica, siendo en el Barroco cuando recreció, tiempo en que aparecen en Cheste. Los actuales telones sustituyeron a otros anteriores de dicha época, los cuales fueron colocados todos los años hasta 1998 en que por su estado de deterioro fueron apartados hasta la restauración.

La historiadora María Castell Agustí los investigó e hizo su tesis doctoral sobre ellos. Hay uno central  (10,8x6,30), y dos laterales (10,80x 2,5) y uno trasero o posterior (4.45x6,78). El autor de las sargas fue Rafael Berenguer Condé, pintor y escultor, el primer catedrático de Bellas Artes por oposición de España. Fue profesor de san Carlos y director de la Escuela de Artesanos de Valencia. Aparte de obras religiosas, realizó escenografías para teatros españoles, entre ellos los de Madrid.

El tesón de párroco José Moreno, el impulso de la alcaldesa entonces Sagrario Sánchez, el patrocinio de la Fundación Pere Compte y la Diputación de Valencia lograron la recuperación de estas sargas únicas supervivientes en la Comunidad Valenciana de todas las que existieron decorando los templos. Restaurados y  vueltos de nuevo al pueblo volvieron a lucir en Semana Santa. Parece que a pesar su nueva puesta en valor puede que en el futuro ya no se instalen. Los párrocos que valoraban y consideraban como obra de arte y tradición ya no están. 

 La tradición de las sargas o telones que ayudaban a configurar el «Monumento» de Semana Santa es una vieja tradición de las iglesias de España, Francia e Italia, ya casi desaparecida. Consistía en cubrir los retablos de los presbiterios o capillas laterales con grandes telones, accionados mediante poleas, creando, a la manera del teatro, marcos escenográficos, al pintarse sobre ellos al óleo o a la cera motivos relacionados con escenarios o personajes de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

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