Un artículo de Religión Digital habla de intoxicación por CO2 en una Iglesia de Francia. La intoxicación es por CO, conocido como monóxido de carbono, anhídrido carbonoso o también oxido de carbono (II). El CO2 se le conoce como dióxido de carbono, anhídrido carbónico o como óxido de carbono (IV).

A pesar de ser gases parecidos, el CO2 solo es peligroso en cantidades elevadas en el aire, el CO es peligroso en cantidades bajas, con un 0.5 % de concentración en peso en el áire es suficiente para producir la muerte en menos de una hora. El CO2 es mortal a partir de un 10 % de concentración en peso.

La razón del peligro del CO se debe a que este se adhiere con fuerza a la hemoglobina de la sangre impidiendo que los glóbulos rojos transporten el oxígeno a las células del cuerpo humano. El CO2 en elevadas cantidades desplaza simplemente al oxígeno de la sangre y aumenta el pH de esta, pero este se elimina más rápidamente de la sangre. Ambos matan por lo mismo, asfixia.

Pero hablemos del CO. Causa las llamadas muertes dulces, no eres consciente que te mueres y lo atribuyes a un cansancio y agotamiento hasta sobrevenir la inconsciencia para después ocasionar la muerte. Su eliminación de la sangre es muchísimo más complicado que el CO2, por las que una vez intoxicado sus efectos duran bastante tiempo.

Este gas lo generan los cigarrillos, por ello nunca fumar en ambientes pequeños, fríos y cerrados. El frío favorece su formación, y también la ausencia de oxígeno. También es generado por los vehículos al combustionar la gasolina, de ahí que aparecieran unos jóvenes muertos en un coche en un garage. También por estufas de gas o braseros de carbón cuando se intenta calentar una habitación fría y con escasa ventilación, esto provocó la muerte hace años de unos amigos en una fiesta.

Por ello si en una habitación cerrada con estufas de gas o braseros te entra un ligero dolor de cabeza, confusión o nauseas, lo mejor es abrir una ventana para que se ventile la habitación, apagar el brasero y salir fuera a respirar. Si el 45 % de los glóbulos rojos se intoxican puede sobrevenir la perdida de la consciencia impidiéndote escapar de una muerte que sobrevendrá si la intoxicación persiste durante largo tiempo en esos niveles o si esta asciende al 60 %, niveles en que la muerte está garantizada.

También es el principal gas que produce la muerte en los incendios, se forma en pequeñas cantidades pero suficiente como para provocar la muerte por intoxicación.

Un dato que no va a gustar a los antiabortistas. El CO tiene la propiedad de provocar abortos espontáneos. Utilizado en dosis adecuadas provoca la muerte fetal. No me consta que se haya utilizado hasta ahora en este sentido, pues el descubrimiento de su existencia tiene menos de 230 años (descubierto por un químico francés que creía haber encontrado hidrógeno), y el estudio de su toxicidad data de hace 160 años por un físico también francés que hizo experimentos matando perros. Pero sus efectos abortivos solo se observaron en mujeres embarazadas intóxicadas por el gas. Dada su toxicidad es impensable usarlo por sus efectos secundarios, pero su ventaja es que a ver quien demuestra ante un juez que una se autopráctico un aborto encendiendo el brasero o fumando compulsivamente en el baño sin ventilación alguna. También puede provocar un parto.