Despedazando al Papa.

Yo creía que actualmente lo que se despedazaban eran sus trajes, la madera sus camas, o la tierra que pisaron, de ahí que se vendan tantas reliquias. Tengo en mi habitación un trozo de la cama Vaticana de Juan XXIII. No sé si será autentico o no, es minúsculo, y a euro como se lo vendieron a mis padres, y eso que me conformaba con una estampita más que un pedazo de cama.
Polonia no se conformará ni con pedir el estudio, la pluma, los trajes, sus bastones, o la cama o las sabanas. Quieren algo más, el corazón del Papa. Menuda carnicería quieren hacer con el difunto Papa. Espero que no acabe otros pidiendo la amputación de los dedos, un trozo del duodeno, una ampolla de sangre reseca, o medio lóbulo superior izquierdo o tal vez el cerebro entero.
A mi me parece mal despedazar un cadáver, cosa distinta pienso si el despedazado puso su cadáver al servicio de la ciencia o para donar sus órganos. No creo que Juan Pablo II haya puesto su cadáver para que fuese despedazado. Si deseó que sus restos descansasen en una cripta Vaticana y no en Polonia por algo será. Y si Benedicto XVI dice que en el Vaticano se quedan sus restos, pues cumplan su voluntad, si dice que a Alemania pues que lo envíen con los pies por delante a Alemania. Pero por favor, esto de pedir trozos de un cadáver me parece una broma macabra. Si quieren paseenlo en un sarcófago, como Juana la Loca hizo con Felipe el Hermoso, y que le den devoción pero al cuerpo entero.