Errare humanum est

Como dice el título equivocarse es humano, y reconozco que algunas veces me equivoco. No estoy exento de cometer errores, pero de mis errores aprendo. Un famoso físico decía que si de los errores aprendemos corriésemos pues a cometer errores.

Resulta que un filólogo, cabreado, me ha pillado una falta de ortografía, y me ha puesto a parir. Lo mismo hizo algún otro. Reconozco que mi ortografía es mala, no ha podido ser corregida con nada, ni aprendiéndome las reglas ortográficas ni usando cuadernillos de ortografía. Lo mismo me ocurre con las oraciones al colocar un punto o una coma. Me aseguraron que leyendo dejaría de cometer faltas ortográficas, pero yo he leído mucho, mi madre me tuvo que prohibir hasta la compra de libros del Barco de Vapor porque los liquidaba cuando era un mocoso. Y en mi familia bien saben que entre los 7 a los 10 años me dio por leer astronomía, de los 7 a los 14 me dio fuerte por la medicina (hasta me reglaron un libro de farmacéuticos para mirar los prospectos de los medicamentos), luego me dio por la historia donde corregía en clase a mi difunta profesora Maria del Carmen Madero. Si mi tarjeta de crédito no tuviera fondo, sería un peligro en la Casa del Libro.

Pues con todo esto de leer lo único que adquirí es culturilla, pero de ortografía nada. Les confesaré que todo lo que escribo lo escribo con el Word, necesito de un programa que me corrija y me muestre mis faltas y por eso lo uso. Lo único positivo del Word es que ha conseguido en estos 6 años que acentúe montones de palabras agudas, esdrújulas y llanas correctamente, algo imposible hace diez años. Si alguien me detecta una falta no me parece mal que me la indique, pero es de idiotas agarrar un enfado por ello y ponerme a caldo. Ahórrenselo. La cultura y los conocimientos se usan para enseñar y no para insultar.

Ya saben ustedes que no soy infalible en nada, menos en los debates que planteo. Me puedo equivocar y ya me pasó por ejemplo siguiendo unas pistas de unos lectores sobre lo ocurrido con los profesores de la Universidad Católica de Murcia. Me dedico en lo que escribo a buscar razón y a escribir con lógica. Y hasta en alguna ocasión he ofendido, es cierto, a los de la RAE por ejemplo o a los obispos de Murcia y Granada, no más que otros blogger, pero procuraré seguir mi línea de crítica moderada.
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