La idea de la decadencia de occidente. Crisis en la Iglesia.
Parece un discurso aprendido y muy bien aprendido. Lo repiten los obispos, el Papa en ocasiones, y lo repiten algunos laicos. Constituye una de las visiones más pesimistas del hombre. Siempre bajo “el cualquier tiempo pasado fue mejor” como escribía Manrique.
Esgrimen mucho el aborto y hasta la eutanasia. Como si antes estas prácticas no hubieran existido, y más con frecuencia. La verdad es que el aborto ha existido de siempre, siempre ha estado ahí, y lo peor es que en algunos casos cuando no era posible practicarlo, estaba el terrible infanticidio.
¿No era típico en el medievo condenar a las llamadas brujas por entre otros delitos de matar a los niños en el vientre de sus madres? Anda que no se han elaborado productos de fuertes efectos secundarios. Pues en el aborto seguimos hoy como ayer, hoy se practican más, eso no lo dudo. Somos hoy más habitantes, y seguimos como en el pasado de no ayudar a las madres solteras.
La verdad es que para Europa y América las cosas han mejorado mucho. Para África no opino igual, en los últimos 40 años solo guerras. Pero ahora en Europa no hay guerras, salvo la que hubo recientemente en Yugoslavia. Pero las guerras son cada vez menores, el analfabetismo brilla por su ausencia, y el acceso a la cultura, la sanidad y el empleo es hoy mucho mejor que hace años.
Hay quien piensa que los condones son un atraso. Pero estos ya existían desde hace siglos, su uso se ha condenado por parte de la iglesia católica de forma reciente. El condón existía en el lejano Egipto del año 1000 antes de cristo. Y en el medievo y la edad moderna, se hacían con las tripas de los animales. Los de ayer eran preservativos porosos, no garantizaban gran cosa y disminuían ligeramente el riesgo de contraer enfermedades. Los de hoy más seguros.
Como ya dije quedan por superar los viejos vestigios del pasado. El primero es aquel que sigue manteniendo como solución a un embarazo no deseado el aborto, pero hay que ayudar mucho a las madres solteras y las familias con bajos recursos. Habría que educar más en la maternidad y la paternidad.
Yo solo veo un tipo de nubarrones en occidente. Y es que hay un vestigio muy peligroso del pasado aun no superado que es el idealismo. El idealismo político y religioso, aquel que pretende esclavizar al hombre, el que pretende decir las personas tenemos que ser esto y aquello. Juan Pablo II llegó a decir que “las ideas no se imponen, se proponen”. Es una lástima que dentro de la Iglesia y de la sociedad exista gente que haga justo lo contrario.
Desde el Vaticano se lanzan sucesivamente consignas para transmitir a todos una idea de una Europa en crisis, de una familia en crisis y de todo lo que no les guste hablar de crisis. Benedicto XVI se ha pasado demasiados años en los pasillos y despachos de la curia, demasiados años viviendo en una burbuja. Es imposible para él comprender ciertas realidades y situaciones que preocupan hoy al hombre moderno. Y la visión que tiene ante tanto cambio, es negativa porque ha visto cambiar repentinamente una sociedad. Le es imposible ver al Papa que lo que está en crisis es la propia Iglesia Católica, y ante esta crisis se reacciona atacando.
El Papa por los discursos que dice, está demostrando que no consigue entender los principios éticos de los hombres que viven sin creer en Dios. Les niega incluso la capacidad de distinguir el bien del mal como se desprendió recientemente de un discurso en Austria. Para referirse a ellos y a otros, se enarbola el llamado relativismo moral, curiosa idea tan ambigua y tan poco realista, que ni sirve para desautorizar lo ajeno y puede prestarse para desautorizar lo propio.
Pues el catolicismo está en crisis, y ya se puede ir pensando que respuesta se debería dar al mundo para que vuelvan a reconvertirse las naciones que antes fueron muy cristianas.
Esgrimen mucho el aborto y hasta la eutanasia. Como si antes estas prácticas no hubieran existido, y más con frecuencia. La verdad es que el aborto ha existido de siempre, siempre ha estado ahí, y lo peor es que en algunos casos cuando no era posible practicarlo, estaba el terrible infanticidio.
¿No era típico en el medievo condenar a las llamadas brujas por entre otros delitos de matar a los niños en el vientre de sus madres? Anda que no se han elaborado productos de fuertes efectos secundarios. Pues en el aborto seguimos hoy como ayer, hoy se practican más, eso no lo dudo. Somos hoy más habitantes, y seguimos como en el pasado de no ayudar a las madres solteras.
La verdad es que para Europa y América las cosas han mejorado mucho. Para África no opino igual, en los últimos 40 años solo guerras. Pero ahora en Europa no hay guerras, salvo la que hubo recientemente en Yugoslavia. Pero las guerras son cada vez menores, el analfabetismo brilla por su ausencia, y el acceso a la cultura, la sanidad y el empleo es hoy mucho mejor que hace años.
Hay quien piensa que los condones son un atraso. Pero estos ya existían desde hace siglos, su uso se ha condenado por parte de la iglesia católica de forma reciente. El condón existía en el lejano Egipto del año 1000 antes de cristo. Y en el medievo y la edad moderna, se hacían con las tripas de los animales. Los de ayer eran preservativos porosos, no garantizaban gran cosa y disminuían ligeramente el riesgo de contraer enfermedades. Los de hoy más seguros.
Como ya dije quedan por superar los viejos vestigios del pasado. El primero es aquel que sigue manteniendo como solución a un embarazo no deseado el aborto, pero hay que ayudar mucho a las madres solteras y las familias con bajos recursos. Habría que educar más en la maternidad y la paternidad.
Yo solo veo un tipo de nubarrones en occidente. Y es que hay un vestigio muy peligroso del pasado aun no superado que es el idealismo. El idealismo político y religioso, aquel que pretende esclavizar al hombre, el que pretende decir las personas tenemos que ser esto y aquello. Juan Pablo II llegó a decir que “las ideas no se imponen, se proponen”. Es una lástima que dentro de la Iglesia y de la sociedad exista gente que haga justo lo contrario.
Desde el Vaticano se lanzan sucesivamente consignas para transmitir a todos una idea de una Europa en crisis, de una familia en crisis y de todo lo que no les guste hablar de crisis. Benedicto XVI se ha pasado demasiados años en los pasillos y despachos de la curia, demasiados años viviendo en una burbuja. Es imposible para él comprender ciertas realidades y situaciones que preocupan hoy al hombre moderno. Y la visión que tiene ante tanto cambio, es negativa porque ha visto cambiar repentinamente una sociedad. Le es imposible ver al Papa que lo que está en crisis es la propia Iglesia Católica, y ante esta crisis se reacciona atacando.
El Papa por los discursos que dice, está demostrando que no consigue entender los principios éticos de los hombres que viven sin creer en Dios. Les niega incluso la capacidad de distinguir el bien del mal como se desprendió recientemente de un discurso en Austria. Para referirse a ellos y a otros, se enarbola el llamado relativismo moral, curiosa idea tan ambigua y tan poco realista, que ni sirve para desautorizar lo ajeno y puede prestarse para desautorizar lo propio.
Pues el catolicismo está en crisis, y ya se puede ir pensando que respuesta se debería dar al mundo para que vuelvan a reconvertirse las naciones que antes fueron muy cristianas.