Cada día más recortes pero ahí sigue el Senado, perfectamente prescindible por inútil, aún sobran muchos coches oficiales y muchos puestos políticos que no cubren otra función que ser cementerios de elefantes. Están alargando los años de trabajo pero nadie ha tocada esa norma por la que un político con dos legislaturas cobre el máximo de retiro aunque no haya hecho más nada en toda su vida. El único procedimiento justo y equitativo sobre las preferentes es buscar a los estafadores, que devuelvan el dinero adquirido con malas mañas y luego a la cárcel.