Historias de caridad y santidad

Viejos y nuevos como el tiempo, los arroyos bajan de los montes como cosas arrastradas por el viento, algunos secos durante el resto del año, crecidos porque las nevadas, van cantando, murmurando, historias de contrabando, de amores furtivos, de lobos, de peleas entre los pastores de parroquias diferentes, de juegos prohibidos, de historias heroicas de caridad y santidad; son como senderos del bosque por los que se cuelan pensamientos inesperados, asustados, íntimos, confidenciales; son el vivo recuerdo de la dicha y del dolor de siempre. Arrastran deseos, anhelos y oleadas de sensaciones que mueren en los labios que no se atreven a pronunciarlos. Son como ventanas abiertas sobre el mundo que rompen los límites y agrandan el valle de Fontercada.
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