Todos los Evangelios, canónico y apócrifos



Hoy escribe Antonio Piñero

Quiero hoy presentarles un libro que espero sea de su interés. He aquí la ficha:

"Todos los evanglios, canónicos y apócrifos". Traducción íntegra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos. (Edición de Antonio Piñero. Editorial EDAF, Madrid, 2009, 667 pp. ISBN: 978-84-414-2116-5. Traductores: Gonzalo del Cerro, Eugenio Gómez Segura, Fernando Bermejo; Antonio Piñero; Francisco García Bazán; José Montserrat y Antonio Martínez Castro.



Me parece que la mejor presentación es ofrecrerles las palabras del Prólogo:



La presente edición contiene todos los evangelios que han llegado hasta nosotros, tanto canónicos como apócrifos, desde la segunda mitad del siglo d.C. hasta el siglo X d.C. aproximadamente. Unos se han transmitido completos; otros, sólo fragmentariamente -a través de citas de otros autores-, y otros finalmente casi sólo su título.

En el libro se utiliza el vocablo evangelio no en el sentido primitivo que tuvo entre los primeros cristianos (“proclamación de la buena nueva”, kérygma en griego), sino en el que se expande sobre todo a partir del siglo II en toda la cristiandad: “Libro que recoge los hechos y palabras de la vida de Jesús de Nazaret como buena noticia de salvación”.

En el caso especial de los evangelios gnósticos, se entiende en este libro por evangelio “los escritos que contienen la revelación terrestre del Jesús espiritual, normalmente durante el tiempo de su estancia en la tierra después de su resurrección, acerca del Dios trascendente y de la esencia espiritual de los elegidos”. Teniendo en cuenta esta definición, el número de evangelios, tanto canónicos como apócrifos, es superior a sesenta.

No se fíe el lector de los títulos dados por la tradición -la mayoría de las veces tardía- a algunos de los evangelios. Aparte de que tal tradición ofrece información errónea sobre el autor, como ocurre con los evangelios canónicos, puede generarse también una mala información sobre su contenido.

Sobre todo entre los escritos gnósticos pueden ocurrir dos cosas:

· Primera, que algunos de los denominados “evangelios”, no lo sean o sólo de un modo un tanto inexacto (en verdad, en las obras editadas en este volumen, esto ocurre sólo en un par de casos como el “Evangelio de la Verdad” o el de los Egipcios), o bien,

· Segunda, que porten un título que pueda despistar al lector, como es el caso de la “Revelación a Pedro o a Santiago”, la “Carta de Pedro a Felipe” o “Pistis Sofía”. Independientemente del título son éstos verdaderos evangelios gnósticos que cumplen con la definición que de ellos puede darse.

La versión de los textos ofrecidos en este libro es original. Los firmantes de cada traducción la han realizado a partir de los textos originales publicados en modernas ediciones que se hallan en las bibliotecas universitarias, en diversas lenguas antiguas: griego, latín, copto, árabe, sin mediación de versión moderna alguna, indicada en la brevísima bibliografía que acompaña este volumen.

En esas colecciones encontrará el lector ulterior información sobre cada evangelio que dadas las características de este volumen no tienen aquí cabida. En ciertos casos se ha recurrido a la fotografía de algún manuscrito especial cuando así parecía conveniente.

Para no aumentar el número de páginas de una edición que se desea de consulta y manejable, se ha prescindido en lo posible de las notas al texto. Las introducciones son igualmente breves.

Un orden de presentación estrictamente cronológico de los evangelios ofrecidos en este libro sería muy deseable, porque tal presentación ayuda evidentemente a percibir la evolución de las ideas. Sin embargo, esta empresa no es posible, ya que de la mayoría de los evangelios no podemos ofrecer más que una cronología aproximada, y porque muchos de ellos -de muy distinto talante y condición- coincidirían en una franja temporal y aparecerían en este libro mezclados, sin la debida distinción por su temática.

Por este motivo se ha procurado un doble orden: cronológico y temático. Al principio de cada evangelio aparece una breve ficha que informa al lector de las principales cuestiones que pueden interesarle, como autor, fecha de composición y fuente de donde se extrae cada texto. Al final se ofrece un índice alfabético de los evangelios por su denominación usual de modo que sea fácil encontrarlos en este libro.

Como observará el lector a partir de las breves fichas introductorias, prácticamente todos los autores de los evangelios recogidos en este libro es absolutamente desconocido. En algunos casos, en concreto, en los evangelios canónicos conocemos el presunto nombre de sus “autores”; pero se trata en verdad de tradiciones tardías, del siglo II, poco o nada fiables puesto que son meramente intentos de ligar las tradiciones sobre Jesús con nombres de personajes de su entorno o del de los primeros apóstoles. Detrás de esos nombres se esconde una personalidad para nosotros desconocida.

Como complemento a esta edición, se ofrece al lector el evangelio reconstruido, conocido como “Fuente Q”, fundamental para entender el proceso de transmisión de la tradición evangélica. Además, dos “evangelios” gnósticos, muy famosos, el de los Egipcios y el de la Verdad, que llevan el título pero son más bien comentarios a las doctrinas secretas de Jesús.

saludos cordiales de Antonio Piñero
www.antoniopinero.com

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El en el otro blog, de "Tendencias21", con el título general de "Cristianismo e historia", el de tema de hoy es:

"La ley de Moisés era sólo provisional"

Manera de entrar en ese blog, si alguno tuviere interés:

Pinchando en el "link" que aparece arriba, a la izquierda, de esta página.

Saludos de nuevo
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